Ciertamente somos un país regulado en exceso porque tenemos leyes para todo aunque no se aplican, lo cual da pauta a una simulación asfixiante como recién lo padecimos en el lapso conocido como intercampañas. Al final los candidatos no pararon de hacer proselitismo, con todo y que el viernes 30 iniciaron formalmente, el día del viacrucis.

 Ya se cuenta con candidatos a diversos cargos de elección popular, el nepotismo es insultante como sucede en Michoacán, entidad en la que el arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos lamentó que sea en la Semana Mayor el inicio del proselitismo, pidió respeto por los días más importantes del año litúrgico para la Iglesia católica. Viernes de la Pasión de Cristo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección.

Las encuestas no han dejado de publicitarse, en todas está arriba el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador; Ricardo Anaya ha descendido desde que la Procuraduría General de la República resolvió torpedear su campaña; José Antonio Meade no entusiasma. En Michoacán los cuadros más significativos del PRI fueron excluidos en el reparto de las candidaturas plurinominales, algunos militantes aparecen en lugares distantes. Por Michoacán aparece en el primer lugar de la lista alguien que jamás ha hecho carrera en dicha entidad federativa, nos referimos a quien ha sido dirigente nacional del tricolor Enrique Ochoa Reza. El seguro próximo diputado es visto como un advenedizo que ha sido respaldado desde la cumbre de la elite política no por las bases.

Lo cierto es que ya es impostergable que los candidatos a la Presidencia de la República  presenten su proyecto de nación y dejen de lado las ocurrencias, los lugares comunes. No pueden continuar siendo abstractos ni abordar problemas con un discurso en clave, es el momento de las definiciones. En su momento habrán de debatir, ello podría contribuir para un reacomodo de fuerzas aunque no necesariamente; en dichos ejercicios suele ganar el carisma más que las ideas concretas.

Tres problemas en nuestro país adquirieron en los últimos años un crecimiento insospechado, la impunidad, la corrupción y la violencia demencial. Tenemos escándalos de corrupción numerosos, interminables que florecen al amparo de la impunidad porque no se aplican los ordenamientos jurídicos. En Michoacán se acumulan ejecuciones frecuentes, se han bloqueado carreteras y se incendian vehículos automotores. En Veracruz asesinaron al periodista Leobardo Vázquez en el municipio de Gutiérrez Zamora, el mandatario de dicha entidad, Miguel Ángel Yunes, dijo que se trataba de una persona que vendía tacos, como si dedicarse a esa actividad fuese indigno, hay políticos que venden mentiras en oferta y obsequian oprobio.

Hasta hoy no se vislumbra un proyecto de nación, sí en cambio una carretada de promesas, discursos fáciles para ganar el aplauso, linchamientos en redes sociales, el espacio propicio para esparcir el veneno de la desinformación. Medias verdades o mentiras absolutas navegan en las plataformas digitales con la bandera de noticias.

Es momento de plantear razonamientos, proyectos, contraste de ideas que puedan brindar elementos de juicio. Este país no debe gobernarse con la neurosis ni con el resentimiento hueco, se ocupa de inteligencia y no más oquedad.