Ciertamente Corea del Norte participará en la cumbre intercoreana a mediados de abril, y en la reunión de alto nivel con Estados Unidos a finales de mayo, pero antes de eso, el líder norcoreano Kim Jung-un comenzó a hacer algunas jugadas estratégicas previas. Este martes, llegó a Beijing vía ferrocarril, en un viaje que ha mantenido expectante a la comunidad internacional.
La llegada de un tren color verde, característico de la única línea ferroviaria que existe en Corea del Norte, despertó sospechas de que Kim Jong-un pudiera estar en territorio chino para dialogar con sus vecinos estratégicos. El hermetismo conque se ha realizado esta visita dio origen a varias especulaciones que van desde el mismo líder norcoreano, su hermana Kim Yo-jong y hasta el dirigente Kim Yong.nam.
El convoy sólo estuvo estacionado un par de horas y partió por la tarde de hoy sin que se pudiera registrar la presencia de algún alto dignatario de ese país asiático. Los medios norcoreanos simplemente no mencionaron, confirmaron o desmintieron la información y el Ministerio de Información chino sólo se concretó a decir que “todo se sabrá a su momento”, aunque, por supuesto, quedó en el aire la rareza de si el gobernante norcoreano “ha estado o no en la capital china”.
En un Pekín cubierto este martes por una espesa capa de contaminación, las principales pistas sobre la presencia de una alta personalidad norcoreana las dieron el excepcional despliegue de policía en las calles, solo comparable al de los días de las más importantes citas políticas. La circulación estaba controlada en torno a la plaza de Tiananmen, donde se encuentra el Gran Palacio del Pueblo -el lugar donde los líderes chinos reciben a los visitantes extranjeros- y junto a Zhongnanhai, el complejo residencial de los dirigentes chinos. La vigilancia era extrema en torno a Diaoyutai, la residencia de huéspedes oficiales: calles cortadas, escuelas desalojadas, vendedores ambulantes obligados a marcharse, complejos residenciales con las puertas cerradas cerrados por órdenes de unos agentes de policía visiblemente tensos.
¿Cómo empezó todo?
De entrada fueron los japoneses quienes se enteraron del cruce de un tren norcoreano hacia territorio chino. Ahí, hay una conexión bautizada como Puente de la Amistad Chino-Coreana que une a las ciudades de Dandong, China con Sinuiju, Corea del Norte. Luego, el fuerte despliegue de seguridad que tuvo lugar tras la llegada del convoy ferroviario a Beijing y la larguísima comitiva de vehículos oficiales, pero nadie pudo ver al dignatario norcoreano que había llegado de incógnito.