“Se trata de una novela inteligente, sabia, con una enorme voluntad de estilo donde las peripecias de los personajes van trenzándose con sorprendente naturalidad y un gran sentido del humor, que no se pierde en los muchos momentos en que la escritura de Toscana alcanza una notable profundidad filosófica”, dice el acta que reconoce al escritor mexicano David Toscana como el ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.

A través de un comunicado por parte del INBA, se informó que el jurado integrado por Felipe Garrido, Silvia Molina y Vicente Quirarte, decidió por unanimidad premiar la obra del más original y disfrutable escritor de su generación, mostrando la historia de un personaje de nombre Olegaroy, que nace para la filosofía en el año de 1949, en la ciudad de Monterrey, según la ficción de Toscana.

“En este caso la novela se mantiene siempre y, sobre todo, me parece, al gran conocimiento filosófico que tiene el autor y que transmite a su personaje, quien finalmente es un filósofo que está persiguiendo como lo dice al final de la novela, lo que todos los filósofos persiguen: el todo o la nada”, dice Vicente Quirarte, quien añadió que la historia se disuelve entre una obra de humor negro y la “fantasía espontánea” que siembra en los lectores desde las primeras páginas.

Por su parte, Silvia Molina agregó que se trata de un escritor de larga trayectoria, con novelas bien escritas y con sentido; y el hecho de que “hayamos coincidido en esta novela es una muestra de que su literatura está muy consolidada”.

En tanto Felipe Garrido agregó que Toscana es un escritor joven que tiene por delante un enorme camino que recorrer porque ha dado muestras de su talento y capacidad como novelista y que por ello ha recibido premios y ha sido traducido a diferentes lenguas.

“Yo espero que Olegaroy sea una obra que encuentre un muy amplio público. Cualquiera que la lea verá recompensado el tiempo que le dedique”.

La biografía de David Toscana (1961) está llena de lugares comunes que apelan a decir que dejó la ingeniería -que estudió en el ITESM- y tomó las letras. Toscana, quien es oriundo de Monterrey, tiene muy claro que hacer literatura es pensar en el buen manejo del lenguaje para provocar que la imaginación del lector se engarce con las historias que relata.

Sus gustos literarios son (primordialmente) rusos y españoles del Siglo de Oro. Sus inicios como novelista se remontan a 1992 con su novela intitulada Las bicicletas (1992); después publicó Estación Tula (1995) y a partir de entonces comenzó a desarrollar un estilo que la crítica ha llamado “realismo desquiciado”, que no es otra cosa que la necesidad de contar algo que lleve al ser humano-lector a encontrarse a sí mismo para preguntarse por qué en sus novelas sucede lo que sucede.

Entre su obra publicada en cuento figuran Historias del Lontananza (1997) y Brindis por un fracaso (2006). En novela ha publicado Santa María del Circo (1998), Duelo por Miguel Pruneda (2002), El último lector (2004), El ejército iluminado (2006), La ciudad que el diablo se llevó (2012), Evangelia (2016) y Olegaroy (2017). En literatura infantil y juvenil ha publicado en cuento: Los puentes de Königsberg (2009).

Este galardón que le será entregado a Toscana, es convocado por la Secretaría de Cultura, por medio del INBA, en colaboración de la Sociedad Alfonsina Internacional, y le será entregado el martes 17 de abril a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.