Acerca del asesinato de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach Velducea, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, tiene dos posturas: la privada, que exhibió el pasado 3 de enero cuando sostuvo una reunión con familiares de la periodista, en la que el panista aseveró: “Miroslava tuvo la culpa por pisarle los callos al diablo”; y la publica, en la que ha señalado que era “una comunicadora valiente, que fue silenciada por la vía de un asesinato cobarde”.
La Jornada reporta que el mandatario chihuahuense se negó a conceder una entrevista a los reporteros del diario.
Explica que al término de la ceremonia en la que Corral puso en marcha la Plataforma Escudo Chihuahua, se insistió al mandatario en sostener una conversación por el primer aniversario del asesinato de Miroslava, y tras su rechazo, Corral Jurado ordenó a su equipo de seguridad que no interviniera: “Déjenlo, déjenlo, viene a provocar”.
Lejos quedó lo que Corral Jurado dijo públicamente el 23 de marzo, tras el asesinato de la corresponsal: “Miroslava fue una mujer valiente, su critica aguda y puntual fue siempre un referente en la opinión pública y motivo de seguimiento permanente, sobre todo de la clase política”.
Sin embargo, en la reunión de enero pasado el gobernador mencionó que la periodista pedía que le dieran las notas más escabrosas, por lo que “ella tenía la culpa por pisarle los callos al diablo”.
De acuerdo a fuentes consultadas por La Jornada, antes de ese encuentro, realizado en el despacho de Javier Corral, en agosto de 2017 algunos integrantes de la familia de Miroslava Breach pidieron que autoridades también las consideraran víctimas del homicidio, sin obtener respuesta positiva, por lo cual tuvieron que recurrir a un juicio de amparo, al cual el gobierno estatal respondió con otro juicio de garantías, y a la fecha no toda la familia cercana a la periodista ha obtenido ese reconocimiento.
Cabe mencionar que la última vez que el gobernador de Chihuahua recibió a reporteros de este diario fue en marzo de 2017.

