Durante 2016, las autoridades sanitarias de la Ciudad de México detectaron por lo menos que 245 mujeres que se sometieron al proceso de Interrupción Legal del Embarazo (ILE), experimentaron abortos incompletos, hemorragia o incluso la gestación siguió.

De estos casos El Universal tuvo acceso a 42 expedientes clínicos, 18 de los cuales se encuentran en el Hospital Materno Infantil Inguarán, donde a tres pacientes se les encontró el embrión vivo.

Ahí mismo una más fue internada por una hemorragia interna y otra regresó al darse cuenta que tenía dos meses de gestación.

Cuatro casos más tuvieron lugar en el Centro de Salud T-III Doctor Juan Duque de Estrada, cinco más en el Centro de Salud T-III Beatriz Velazco de Alemán, donde las pacientes tuvieron que ser internadas al percatarse que aún tenían el embrión vivo; tres casos similares se registraron en el Hospital General Ticomán.

Cinco en la Clínica México-España y siete en la Clínica Comunitaria Santa Catarina. En 70% de los casos, debido a las complicaciones médicas después de ingerir las pastillas abortivas, a las pacientes se les practicó un Aborto por Aspiración Manual (AMEU). Después de recabar todos las irregularidades, las afectadas concluyeron que el causante fue un medicamento de baja calidad que usaron en 2016 las clínicas abortivas.

La pastillas, según un estudio a petición de las mujeres afectadas, realizado en el Instituto de Química de la Universidad  Nacional Autónoma de México (UNAM), son de baja calidad y no cumple con los requisitos mínimos para el aborto a diferencia del medicamento que usaron un año antes y se sigue usando: Zacafemyl.

De acuerdo a las conclusiones, “la marca comercial Zacafemyl se encuentra dentro de los estándares de calidad reportados, mientras que la Mefaprix no cuenta con los estándares emitidos para su liberación comercial, que involucra sustancias adicionales en alta concentración en la muestra así como impurezas y, lo más sobresaliente, no cumple con el contenido de mifepristona”, se lee en el documento expedido a las afectadas el pasado 21 de abril de 2017.

Al respecto Patricio Sanhueza, Secretario Técnico del Comité de Mortalidad Materna y Perinatal, Ginecólogo y Obstetra de la Secretaría de Salud, dio a conocer que del total del proceso abortivo que han practicado desde la implementación de este sistema, apenas un 2% pudieron presentar alguna complicación por las pastillas Mexaprix, al explicar que cada cuerpo es diferente y reacciona diferente al medicamento.

Lo único que las víctimas  piden a las autoridades sanitarias es poner más atención en el medicamento que están usando para interrumpir el embarazo y aunque están conscientes que el problema se detectó a tiempo, el trato que recibieron aseguran no es el adecuado.