La escasez de agua potable en la Ciudad de México (CDMX), que se acentuó después del sismo del 19 de septiembre de 2017, en delegaciones como Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Venustiano Carranza, pasó de ser un reclamo popular a ser un enfrentamiento político electoral entre el PRD y Morena, cuando el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, denunció que “por motivos políticos se cierran válvulas para el suministro de agua”.

De igual forma, el mandatario confirmó la existencia de 60 mil tomas de agua clandestinas en diversos puntos de la capital, por lo que advirtió que a través de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina se levantarían las denuncias correspondientes, así como que personas que sean sorprendidas en flagrancia serán detenidas y presentadas ante el ministerio público.

En medio del proceso electoral para renovar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que se antoja muy competitivo entre estos dos partidos de izquierda, las declaraciones del mandatario son para algunos expertos una equivocación, porque “en lugar de abonar a resolver el problema de la escasez, contaminan más el ambiente político electoral”.

“Como jefe de Gobierno no se debería de subir al ring, que deje a los partidos en la confronta de sus propuestas y de sus ideas. Que Mancera se asuma como estadista y se enfoque a la resolución de los problemas. Él fue procurador, tuvo experiencia de consignar en la administración de Marcelo Ebrard, por ende que actúe como debe ser”, indica David Salazar Núñez, presidente del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable.

Aunque reconoce que es real “el hecho de que en ocasiones se llegan a manipular las válvulas por personas ajenas al personal en el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y ajenas también al área de Operación Hidráulica de las delegaciones, no es un fenómeno nuevo, además de que no refleja ni siquiera el problema de la escasez del agua”.

Salazar Núñez apunta que “el gobierno de la ciudad lejos de evadir su responsabilidad señalando el tema de las cajas de válvulas, debe tener voluntad política e invertir en mantenimiento de la infraestructura hidráulica y para seguir buscando nuevas fuentes de abasto para la capital”.

De acuerdo con expertos en la materia, “la severa crisis de agua en la capital del país no será a 20 o 30 años, sino que aparecerá dentro de apenas cinco años” debido a los recortes del presupuesto federal a la CDMX que, en los últimos tres años, sigue en descenso, lo que eleva la vulnerabilidad de la región”.

Salazar Núñez señala que, pese a las diferencias que pudiera tener con el director del SACMEX sobre el modelo de gestión, coincide en que la ciudad requiere de recursos públicos en mataria de agua. “Al gobierno de la ciudad le han recortado transferencias federales, hace tres años le daban para programas de agua cerca de 2 mil millones de pesos, después le recortaron a 900, luego a más de 300 y para este año le recortaron 260 o 170 millones de pesos, y no vimos al gobierno de la ciudad en una actitud de gestoría de recursos, en una actitud muy firme, no vimos a diputados locales en la Asamblea Legislativa tratar de recuperar esos recursos, no vimos a diputados federales pelear por los presupuestos para el tema del agua”.

“El SACMEX requiere en el modelo actual, sin siquiera pensar en transitar a un modelo diferente, más sustentable, para rehabilitación y algunas obras importantes —indica—, niveles de inversión de 8 mil millones de pesos anuales, sin considerar gasto corriente. Los niveles de inversión están muy lejos de los 2 mil millones de pesos y con los recortes federales se ha venido abajo el tema de las inversiones en materia de agua en esta ciudad”.

Por tanto, dice el presidente del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable, “el problema es demasiado complejo para que lo quieran reducir, en un año político electoral, a un tema de que algún partido está sacando raja política de este tema”.

Advierte que “lo peor que podría hacer Morena, en este caso, es engancharse en un debate de esta naturaleza, mejor que se sume a la exigencia de que se aclare fehacientemente lo que está ocurriendo con este fenómeno —de la manipulación de válvulas—, que sí es real, que está muy localizado, pero no es la causa de la grave crisis de desabasto de agua que tiene la ciudad”.

El uso político

El columnista Adrián Rueda coincide con Salazar Núñez en que esta manipulación de válvulas no es nueva, “en cada elección, incluso a escala local, el tema del agua siempre es utilizado para afectar políticamente, sobre todo a quien está en el gobierno, porque es un problema muy grave”.

“Los ciudadanos —dice— no distinguen quién es culpable, para ellos siempre será el gobierno en turno, en las delegaciones, el delegado, que es el más cercano, aunque no tenga nada que ver, por ende en la Ciudad de México, el jefe de Gobierno”.

Aunque “está la Comisión Nacional del Agua, que es un órgano que tiene cierto presupuesto y cierta autonomía para manejar el tema en la ciudad, la gente no lo sabe, ni tendría por qué saber, se dice que es el gobierno, sin embargo en está ocasión son gente de Morena, que como sabemos son los mismos que fueron perredistas y que siempre hicieron lo mismo, incluso se lo hicieron entre ellos, pero ahora que se disputan el poder, que se separaron, se acusan unos a otros”, dice el periodista.

Afirma que hay gente que sabe perfectamente cómo funcionan las válvulas del agua, “tú y yo si queremos, si vemos alguna alcantarilla, la podemos abrir y cerrar la válvula, no necesitas destruirlas, con una llave Stilson, con un perico [llave ajustable] cierras la válvula y ya no pasa el agua a ciertas zonas de la ciudad, en este caso a ciertas colonias”.

“Los que están cerrando las válvulas de agua de la ciudad saben perfectamente lo que afectan y a quién afecta, saben que se crea una inconformidad muy grande, con toda razón, de los ciudadanos, por esos las marchas, los reclamos; se genera una animadversión en contra del gobierno capitalino, eso sí es un manejo político”, dice Rueda.

En contraste, David Salazar indica que son escasas las personas que tienen la posibilidad de saber más o menos cómo se manipula una válvula, el grueso de la población desconoce el tema, no sabe qué es un pozo de visita, una coladera pluvial, una rejilla de piso o una caja de válvulas.

 

Error de Mancera

David Salazar asegura que el jefe de Gobierno comete un error, “al ser el titular del Ejecutivo debería agendar espacios para la revisión de la política pública, privilegiar el debate en la Asamblea Legislativa, que es el espacio parlamentario en donde se podría redireccionar la política pública, pero hace todo lo contrario, hace declaraciones todos los días, a veces informando, pero en este caso desafortunado echándole más leña a la hoguera, porque el mandatario capitalino es quien debería estar más enterado que cualquier otra persona de lo que sucede en la ciudad”.

Considera “endebles y desafortunados sus argumentos, porque desde hace dos años está presentando la manipulación de válvulas, lo cual pone en tela de juicio su C5, C4, C2 con la videovigilancia, casi tres o cuatro veces a la semana nos presumen detenciones policiacas a través de estos centros de vigilancia y desde hace dos años tienen reportado este problema, ¿cómo es que no tienen identificados plenamente a los manipuladores de las válvulas?, se pregunta.

Otra referencia: el año pasado, el jefe delegacional de Iztacalco denunció lo mismo para la colonia Agrícola Pantitlán y para la Ramos Millán, “fueron y soldaron las cajas de válvulas, que es lo que están ahora proponiendo, jamás indentificaron de manera plena a nadie”.

Se pregunta: “sí ya había esta referencia, ¿cómo es que no se utilizó la inteligencia cibernética, la inteligencia a través de las áreas de investigación? ¿Por qué no desde antes, si ya se tenían localizados? El costo de intentar cerrar las cajas de las válvulas es de 700 mil pesos, ¿por qué no se opera?, ¿por qué se hace una declaración justo en un año electoral? Es más bien tratar de justificar lo que no han podido resolver, este grave problema de desabasto de agua”.

Cabe señar que en conferencia de prensa Miguel Ángel Mancera advirtió que se castigará hasta con 15 años de cárcel a quienes sean responsables de cerrar válvulas de agua en la ciudad.

Refirió que la descripción más cercana a los actos cometidos para afectar el suministro de agua es el delito de sabotaje, incluido en el Código Penal.

Adrián Rueda asegura que “el jefe de Gobierno no puede andarse quejando, que actúe, para eso lo elegimos, esa es su chamba, tiene que decir: están boicoteando; ya sé quiénes son; ya sé dónde, y voy a poner vigilancia, no solo amenazar con meter a la cárcel a quien lo haga, es tan vago eso”.

Hay ciertas zonas que llevan más de un mes sin agua y ahora para justificar declara que le cerraron las válvulas, “tardó mucho en darse cuenta de eso, se supone que al momento de cerrar las válvulas llamas al responsable de aguas, en este caso a Ramón Aguirre para preguntar ¿qué pasa?, ¿dónde están ubicadas esas válvulas?; y si están ya identificadas hablas con el jefe de policía para ordenarle que vigile estos puntos con las videocámara para agarrar in fraganti a los culpalbes y poder encerrarlos, ¿por qué hasta después de un mes te quejas, o hacen una justificación?, expresa el columnista.

Advierte que “la gente ya no quiere justificaciones, quiere acciones, es su responsabilidad resolver el problema, ¿por qué nos platica ahora que están boicoteándolas?, porque parece que este asunto le está afectando en su gestión política, pues que se olvide de su imagen y mejor que actúe. Que detenga a los culpables, en sus gestiones por un sabotaje, suena fuerte; pero el tipo penal así es y el tipo penal lo que dice es “él como autoridad tiene el poder, que detenga a quienes hacen el sabotaje”.

El meganegocio de las pipas

Un tema que va ligado a la falta de agua en la gran metrópoli es el suministro del líquido en pipas, que también se ha convertido no solo en un botín político, sino “es un meganegocio, son cientos de millones de pesos que cada administración delegacional, sobre todo en ciertas zonas, gasta en pipas, y no es un secreto que los dueños de esos camiones cisterna sean algunos políticos”, asegura Rueda.

Indica que no tiene el dato actualizado de cuánto cobran y cuánto ganan los piperos por este servicio, “pero varía mucho, por ejemplo en la colonia Del Valle, Narvarte, en la delegación Benito Juárez, cobran más de 4 mil pesos por una pipa, de 12 mil litros. Hace cuatro años en las zonas altas de Tlalpan, del Ajusco, cobraban 800 pesos, se supone que los daba la delegación, pero no alcanzaba y la gente tenía que contratar más pipas”.

Añade, “no tengo pruebas, no podría decir nombres, pero básicamente el control está en los que fueron o son delegados, hacen múltiples negocios con la gente de las pipas, ya sea que ellos tengan sus propias pipas o con la gente que se dedica a esa actividad hacen la transa, contratan a gente que se dedica a repartir agua en las pipas y le pagan con dinero público y como se acostumbra aquí, luego se arreglan a ver de a cómo les toca, lo hacen en lo oscurito, pues tontos no son”.

“Efectivamente —continúa— no tienen mucho interés en que el agua llegue a donde hace falta, pues la inversión es muy alta. Además, son obras que no se ven, no son de relumbrón, se tiene que cavar por toda la ciudad para instalar las unidades de tubería encerrada, y si la gente ya tiene agua, luego qué le vendes, con qué la controlas; es un crimen pero es política de control, a través de muchos servicios, entre ellos el agua, y se acomoda perfectamente al tiempo electoral, más la época de calor que ya se empieza a sentir, y según pronostican viene muy seca”.

El candidato del PRI a la jefatura de gobierno capitalino, Mikel Arriola, declaró que en un lapso de cuatro años y una inversión de 20 mil millones de pesos se puede superar la crisis de agua que enfrenta la ciudad, “eso no es nuevo, de hecho cuando empezó la administración de Miguel Ángel Mancera dijeron que eran 8 mil millones de pesos, por tanto además de que es una presión política también ha sido una promesa de todos los gobernantes”.

“Cuando Andrés Manuel López Obrador hizo campaña en 2000 uno de sus grandes compromisos fue dotar de agua a Iztapalapa, dijo que acabaría con ese rezago; claro que no acabó, tampoco lo hizo Marcelo Ebrard y menos Mancera, porque se acabaría, primero, con el control sobre los grupos, es una manera de control el negarle los servicios del agua y venderles el favor cuando les abren las llaves para que les llegue un poco; segundo, se acabaría uno de los grandes negocios que siempre ha existido, sobre todo cuando llegó el partido de izquierda, el PRD, que gobierna desde hace más de 20 años hasta ahorita”, explica el periodista.

Comenta que seguramente los que lleguen seguirán con lo mismo, “se hizo una gran mafia de piperos, ellos mismos cierran las llaves, las válvulas, tienen infiltrados en el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, reparten mucho dinero, por supuesto los políticos sí afectan y crean ese ambiente de zozobra en la ciudadanía ahora que está muy cerca la definición electoral tanto del país como de esta capital”.

Adrián Rueda platica que “a través de muchas administraciones siempre confluyen en lo mismo, lo sé porque he platicado con la gente de las delegaciones durante mucho tiempo, que sí es un gran negocio para ellos la escasez del agua, es un método de control y, claro, como ya se dividieron los perredistas y los morenos ahora entre ellos se ponen el pie, pero es un problema que no ha querido solucionar el gobierno y lo utilizan políticamente, ahora lo están utilizando en contra del gobierno establecido y no les gusta”.

Destaca “que no es la primera vez que pasa esto, ya en las elecciones de constituyentes lo hicieron, es muy constante esa práctica, le generan este problema a la autoridad, la ciudadanía se enoja y culpa a la autoridad. Luego ya no hay cómo pararlo, aunque les dé agua, la gente sigue pensando que fue la autoridad quien cerró las válvulas, por eso sí es política en este caso, sí son los de Morena, porque conocen bien el movimiento de aguas y de la ciudad, así como son ellos los más beneficiados”.