“Todos los candidatos están armando sus equipos de campaña con un conjunto de estrategas que les permitan establecer y calcular posibles decisiones estratégicas de los adversarios y en función de esto están actuando; conforme van avanzando en su instrumentación descubren lo certero que son su estrategias o lo erróneo de ellas, para hacer modificaciones, adaptaciones y eso se puede vincular perfectamente a la teoría de juegos”. Las palabras son de Francisco Javier Jiménez Ruiz, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, quien en su especialidad doctoral revisó el tema de la teoría de juegos y sus métodos en las ciencias sociales.

En entrevista con Siempre! describió como la actual estrategia que se sigue en contra de Ricardo Anaya, candidato presidencial de Por México al Frente, podría representar una apuesta que se puede perder.

“Las constantes acusaciones y denuncias en contra de Ricardo Anaya, con respecto a la nave industrial y las ganancias que obtuvo de manera indebida, desde luego que forman parte de una estrategia electoral para desacreditar a este candidato, pero no hay evidencia alguna. El desplegado que apareció en la revista Nexos y que firman connotados académicos es un reclamo bastante preciso y que importante es que señalen que no es por simpatía política o por afiliación, sino que sencillamente no se pueden realizar prácticas de esta naturaleza con instituciones de Estado como instrumentos de propaganda electoral”, explicó.

Jiménez Ruiz destacó que a nivel internacional, instituciones como la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política alertó acerca de fenómenos de regresión democrática en el subcontinente, ubicando a México como uno de los países con mayor amenaza de que se presente este tipo de situaciones.

“Utilizar las instituciones nacionales como herramienta electoral para desacreditar al rival, es desde luego una regresión democrática y no es deseable que suceda esto en México; sí, efectivamente, es una herramienta con uso electoral, todo esta propaganda para tratar de sacar la contienda a un competidor bastante fuerte como es Ricardo Anaya”, señaló el catedrático universitario quien evaluó este esfuerzo: “sus diseñadores esperaban un golpe fulminante en contra del panista, de manera que no pudiera recuperarse y que eso generaría, casi de manera automática, el reposicionamiento de José Antonio Meade, cuestión que no ha sucedido; de acuerdo a las últimas encuestas, podemos decir que esto sí ha afectado a Anaya pero en un porcentaje bajo y Meade no ha mejorado, continúa, en la percepción ciudadana, la idea de que no se fortalece, antes bien parece que continúa su descenso”.

Francisco Javier Jiménez destacó, adicionalmente, que los candidatos independientes se están acercando, en los estudios de opinión, al abanderado tricolor.

Francisco Javier Jiménez Ruiz.

Estrategia fallida

“Si se buscaba debilitar a Anaya o sacarlo de la contienda, y posicionar en el segundo lugar a Meade, la estrategia ha fallado en este sentido”, señaló nuestro entrevistado para a continuación revisar si luego de este tipo de experiencias se podría llegar a un escenario en el que la pelea por la presidencia de la república sea una entre dos.

“Queda claro que el equipo que rodea a Meade tienen un plan estratégico que contempla varias etapas: la primera es posicionar al candidato en el segundo lugar en los sondeos de opinión, todavía no sabemos si el gobierno va a iniciar o no una averiguación previa, lo cual es riesgoso porque ya han surgido voces, como las del desplegado, que alertan y piden que el presidente no debe intervenir en el proceso, que no es democrático, y que la PGR debe iniciar la averiguación”, apuntó.

Siguiendo con las etapas que vislumbra en la estrategia en contra de Anaya, indicó que “continuar con esa estrategia es erróneo, no deberían formalizar ningún tipo de averiguación porque queda claro que esto es electoral, es una batalla de corte electoral y no hay elementos de corte legal”.

Agregó que si en el equipo de Meade calculan bien las cosas, “llegarán a la conclusión de que esta no es la estrategia a seguir, que debe cambiarse”.

Otros factores que hay que tomar en cuenta, como compartió con este medio Francisco Javier Jiménez, es la habilidad del propio Ricardo Anaya y que López Obrador ya llegó a su techo en cuanto a preferencias electorales.

“Anaya trata de aprovechar esta situación, pues lejos de que le desfavorezca es todo lo contrario, le beneficia y, desde luego, una estrategia de posicionarlo como víctima del oficialismo es algo positivo para su candidatura”.

Si esto no saca de la contienda a Anaya, “va a terminar por fortalecerlo”, evaluó, para completar que si este escenario continúa no quedará más camino para José Antonio Meade, “que marcar su distanciamiento y, si se puede, su ruptura con el presidente Peña”.

Francisco Reveles Vázquez.

Manejo discrecional

“El momento en que se dan las denuncias y por la forma en que se presenta esto para Anaya, representa un problema para él, porque era un expediente que se había manejado desde hace tiempo y que no había avanzado, hasta ahora con un manejo discrecional de la PGR con el fin de sabotear su candidatura”, consideró Francisco Reveles Vázquez, profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, respecto a las acciones que se han convertido en el tema de este periodo de intercampaña.

Especialista en partidos políticos, Reveles explicó que se trata de una estrategia que está resultando contraproducente para el PRI, porque no se están generando las condiciones para que se llegue al escenario de una pelea entre dos con su candidato como uno de los contendientes en esta lucha.

“En una contienda entre dos cualquiera podría ganar, es lo que pasó en 2006. El crecimiento de Anaya es muy claro y López Obrador se mantiene arriba, pero aún falta mucho para la elección. En los debates será muy importante ver como responderá el candidato de Morena a los cuestionamientos que le haga el panista, no me refiero a los debates que organice el INE, sino a todos lo que se se están dando en medios de comunicación y redes, la capacidad retórica de Anaya le puede sumar muchos votos”, completó Reveles Vázquez.

De acuerdo a su opinión, la actual estrategia en contra de Ricardo Anaya no ha considerado un factor de peso: la evaluación que los electores han hecho de la actual presidencia de la república.

“En el fondo hay un hartazgo en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, esto puede favorecer a López Obrador o a Anaya, o incluso a algún independiente —en un escenario remoto—, aunque no debía descartarse; en pleno proceso de proselitismo quien sabe que pueda ocurrir con los independiente, hasta lograr ser bien vistos por la ciudadanía”, señaló.

También consideró que se debe tomar en cuenta la manera en que el ciudadano toma la decisión de su voto, en un ambiente en el que pueden pesar más elementos de tipo emotivo que racionales.

“Mucho va a depender del momento, de los lemas, de la campaña propiamente y no de las propuestas y de los programas, con todo lo que cada uno de los aspirantes presidenciales tiene detrás, con sus trayectorias, buenas o malas, que han construido, algo que en muchas ocasiones olvida el elector común”, agregó.

Francisco Reveles se dijo pesimista en cuanto a que las campañas electorales que están por iniciar deje de lado este tipo de acusaciones para desacreditar a los adversarios: “no avizoro una contienda limpia, un debate fuerte, de deliberación, sino más bien una guerra sucia por todos lados, todos van a decir que son limpios y pulcros, pero al mismo tiempo sus apoyos, asesores, voceros son quienes van a dar la cara y enfrentar todos estos cuestionamientos”

El especialista de la UNAM concluyó señalando que todo lo que estamos presenciando hasta el momento representa “el peor saldo que vamos a tener al final de la contienda presidencial”.

Lo que vendrá en la campaña

Nuestros entrevistados coincidieron en un punto: las campañas electorales que iniciarán el 31 de marzo serán caracterizadas por una intensa guerra sucia.

“No se puede esperar nada bueno, la guerra sucia ya empezó, ahora es en contra de Anaya, pero hace algunas semanas era en contra de López Obrador, con los rusos y los chavistas que lo apoyaban, quien sabe que otras cosas van a surgir próximamente, producto de decisiones cuestionables de las alianzas Morena-PT-PES o de la PAN-PRD-MC; veo que todos los candidatos viven un momento de confusión que se prestan para debates huecos, eso puede favorecer a quien resulte mejor visto por la población y aquí es donde puede tener una oportunidad Anaya”, consideró Francisco Reveles.

“Tengamos en cuenta que en la boleta electoral, muy probablemente van a  estar seis candidatos que van a dispersar el voto, lo van a distribuir en un conjunto amplio, si sumamos el fenómeno de los topes, del techo que tiene López Obrador, la posibilidad de que Anaya se reponga y que los candidatos independientes quiten votos a los tres candidatos de partidos, esto implica que la contienda será muy cerrada entre el primero y el segundo lugar; el que se posiciones bien en el primer tercio e la campaña electoral en esa posición, ese candidato podría ser el probable ganador”, explicó Francisco Javier Jiménez.

Así, pese a lo que hemos presenciado en las últimas semanas, aún no hay nada escrito.

Elevar la apuesta y la carta de los intelectuales

Luego de las acusaciones en contra del abanderado de Por México al Frente, dos hechos trazaron la respuesta que Ricardo Anaya está delineando para responder a los ataques.

Por un lado, acompañado de Luis Donaldo Riojas Riojas —hijo del fallecido candidato presidencial priísta Luis Donaldo Colosio Murrieta—, en conferencia de prensa exigió al gobierno de Enrique Peña Nieto sacar las manos del proceso electoral, además de anunciar que pedirá la creación de una comisión internacional que investigue la corrupción de la actual administración, de manera similar a lo que se hizo en Guatemala en 2015 que terminó con el encarcelamiento del exmandatario Otto Pérez Molina.

La presencia del hijo del abanderado tricolor en 1994 hicieron recordar las palabras de Diego Fernández de Cevallos acerca de que solo quitarán a Anaya de la contienda matándolo.

Adicionalmente, en entrevista con El Heraldo de México, el candidato afirmó tajante que “por supuesto que sí meteré a la cárcel al presidente, lo estoy planteando con seriedad”.

Para completar el cuadro, también se dio a conocer un desplegado en el que 59 intelectuales y activistas demandan dejar de utilizar a la PGR “para perseguir a un líder de la oposición”, si no se cuenta con pruebas en su contra.

“El uso de la Procuraduría General de la República para perseguir a un líder de la oposición, pone a México junto a países con regímenes autoritarios o democracias totalmente disfuncionales”, señalaron los firmantes de la misiva.

¿Qué tanto servirá esta estrategia para mantener a Ricardo Anaya en la pelea? Pronto lo sabremos.

@AReyesVigueras