En Occidente, el filósofo Aristóteles (siglo IV a.C.) fue un pilar fundamental para pensar y orientar la vida social. En nuestro contexto marcado por un pensamiento de corte individualista, competitivo e inmediatista, intentaré exponer, como invitación a repensar la vida en sociedad, los puntos esenciales de su filosofía en sus libros Ética a Nicomaco y La política.

Aristóteles considera que el Estado no es el primer tipo de asociación humana, sino la familia, cuyo fin es principalmente reproductivo. Luego viene la organización tribal que es la reunión de varias familias con lazos comunes de sangre, lengua, costumbres, etcétera. Su función es el desarrollo intelectual. Finalmente, aparece el Estado, forma de organización social que se caracteriza por la autosuficiencia y cuyo fin es la felicidad de los ciudadanos (a los que no pertenecían los esclavos, las mujeres y los extranjeros). El filósofo no consideraba que el imperio fuera una forma de organización política libre, pues su extensión impide al ciudadano participar en la polis (¿qué diría entonces de la sociedad globalizada y mediatizada?).

Existen los gobiernos rectos cuya finalidad es el bien común: la monarquía (un solo rey), la aristocracia (el gobierno de pocos elegidos por virtud y mérito), la república (es el gobierno de la mayoría, ricos y pobres, nombrados por elección y sorteo). Otros tipos de gobierno tienen como finalidad el interés particular y son desviaciones de los tres primeros: la tiranía (uno solo ejerce el poder despóticamente), la oligarquía (el gobierno de los ricos), la democracia (el gobierno de la mayoría pobre, no en tanto individuos sino como un conjunto).

Para el filósofo, el hombre busca la felicidad (como un estado de satisfacción completa, no pasajero como la alegría) a través de sus actos como su fin propio, es decir en cuanto ser racional. Sin embargo, en cuanto es un animal gregario es un ser político, y lo es aún más pues como animal racional busca lo justo y, precisamente, la justicia (la suma de todas las virtudes pues refiere a los otros) es una virtud [1] social. Gracias a la virtud se actúa según la justa medida que es el término medio entre extremos. A cultivar la virtud contribuye la educación pues ésta es un aprendizaje y un hábito. Por otra parte, de manera práctica, aunque en la polis haya ricos y pobres, es necesario que abunde la clase media, pues ésta da estabilidad al sistema; además, si la mayoría vive bien, sin llegar a lujos excesivos, no habrá envidia entre ciudadanos, lo que hará reinar la concordia y la convivencia pacífica.

En breve, para Aristóteles la ética es parte de la política y le está supeditada, entonces la felicidad de la sociedad es más alta que la del individuo. Para el filósofo son capaces de ser felices quienes son racionales, están libres de la carga del trabajo y actúan virtuosamente. Es evidente que en nuestra sociedad sólo la oligarquía no está sometida al trabajo, pero en ella muchos no ejercen su racionalidad y no son virtuosos. En todo caso, a lo que invito aquí es a cuestionar la idea de sociedad que los últimos siglos han inculcado.

Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés, que se investigue Ayotzinapa, que trabajemos por un nuevo Constituyente, que recuperemos la autonomía alimentaria, que revisemos las ilusiones económicas, que defendamos la democracia.

@PatGtzOtero

[1] La virtud se entiende como una disposición del alma racional (el término alma, anima, se entiende como el principio vital de los seres vivos que en el animal humano es un principio vital racional) ejercitada por la práctica para crear un hábito.