Compartir con las nuevas generaciones el trabajo de una mujer apasionada y de gran personalidad como grabadora de libros, curadora de exposiciones y fotógrafa, será uno de los objetivos de la Universidad Iberoamericana, nueva sede que resguardará el legado de Mariana Yampolsky, compuesto, mucho de ello, del material que refleja el profundo vinculo de la artista con las tradiciones de nuestro país.

A través de la firma de un convenio, la Fundación Cultural Mariana Yampolsky, A.C, cedió a la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Ibero, el archivo fotográfico de la artista plástica, integrado por 70 mil negativos, 11 mil libros, además de una serie de grabados y textos.

“El material visual y documental de Mariana, merecía estar bajo custodia de una institución académica no sólo por su valor estético e histórico, sino también por ser una puerta a nuevas lecturas sobre una época del México posrevolucionario, y un puente para estudiar el arte que se produjo en esas décadas”, aseveró Arjen van der Sluis, viudo y heredero de la fotógrafa, a Excélsior.

Fue México el país que la propia Yampolsky seleccionó para que su trayectoria de cerca de 60 años no sólo la conservara, sino además que se encargara de su difusión e investigación. Por lo que, Arjen van der Sluis, decidió donarlo a una institución académica que no sólo cuenta con un valor histórico, sino además tiene las condiciones idóneas para darle a la obra un buen estado de limpieza, catalogación y guardado en soportes de conservación especial.

“Entre los 70 mil negativos del archivo cedido, se encuentra material inédito, por lo que en la BFXC ha construido una bóveda de refrigeración especial para mantenerlo en perfectas condiciones”, apuntó el también director de la fundación.

Añadió que dentro del material se conocerán otras facetas de Yampolsky, por ejemplo, destaca su labor en la educación, la promoción de artistas grabadores y sus ejercicios como museógrafa: “le interesaba el arte popular, el diseño arquitectónico y la fotografía como principales pasiones, pero también la ilustración, el dibujo y la narrativa, y todo esto se queda ahora abierto para nuevos estudios e interpretaciones”.

Por su parte, la directora de la Biblioteca, Teresa Matabuena Peláez, comentó que Yampolsky “es una de las fotógrafas más importantes del siglo XX que han fotografiado México”, por lo que es un compromiso para la Ibero resguardar el material de la artista y, de esta manera, conservar el patrimonio cultural del país”.

Mariana Yampolsky nació en Chicago el 6 de septiembre de 1925 y murió de cáncer en su casa en el centro de Tlalpan el 3 de mayo de 2002. Llegó a México en 1945 e ingresó a La Esmeralda, donde estudió pintura y escultura.

No pasó mucho tiempo para que fuera parte importante de la vida cultural y la construcción de identidad artística mexicana, sobre todo por su faceta de fotógrafa de la diversidad cultural de nuestro país, en especial de las comunidades rurales.

Fue fundadora y profesora del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras del IPN; coeditora del Fondo Editorial de la Plástica Mexicana; colaboró con el Centro de Investigación de la Artesanía y con la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito; también fungió como editora de la colección Colibrí de la SEP.

Fue coeditora, junto con Leopoldo Méndez, de Lo efímero y lo eterno del Arte Popular de México, compilación de la vida, danza, ceremonias y creatividad de la gente del campo. Sus imágenes fueron publicadas en los libros: La casa canta, La casa en la tierra, La raíz y el camino, Tlacotalpan, Estancias del olvido y The Edge of the Time.