Con la firme convicción de no temer a una guerra comercial con Estados Unidos, China responde a la imposición de aranceles al acero y al aluminio por parte de Washington con medidas arancelarias por hasta 3 mil millones de dólares contra importaciones estadounidenses.
“China no quiere una guerra comercial, pero tampoco la teme. Tenemos confianza y somos capaces de manejar cualquier desafío. Esperamos que Estados Unidos retroceda antes de que sea demasiado tarde, que actúe de forma prudente y no arrastre la relación económica y comercial en una zona de peligro”, dijo el Ministerio de Comercio del gigante asiático.
Confirmó que su país planea imponer aranceles de 23% a las importaciones de carne de cerdo, 15% al acero, vino y fruta provenientes de Estados Unidos a fin de compensar el gravamen firmado por Donald Trump.
Señaló que en caso de que ambas partes no alcancen un acuerdo sobre temas comerciales en el plazo específico marcado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), China cuenta con una lista de 128 productos estadounidenses a los que se les podrían imponer aranceles.
Hay que recordar que Trump, presidente de Estados Unidos, el día de validó un memorando sobre aranceles por hasta 60 mil millones de dólares en bienes chinos, pero solamente después de un periodo de consulta de 60 días que comenzará una vez que la lista sea publicada.
Tras el anuncio diversos analistas han dicho que pese a que la acción de Estados Unidos es la mayor apuesta proteccionistas de su mandato, es probable que ocurran negociaciones entre los países para evitar una escalada y el impacto a los consumidores, aunque no se descarta volatilidad en los mercados.
También han advertido que por si sola, esta medida no hará tambalear a la economía china, ni tampoco lograra reducir el abultado déficit comercial de Estados Unidos frente al país asiático que se ubica en 375 mil millones de dólares.


