Durante décadas, los ensayos clínicos no habían logrado dar con una pastilla o inyección anticonceptiva eficiente para el sexo masculino, porque ellos no tienen un ciclo hormonal como el de las mujeres. Para el urólogo costarricense Andrés Arley, esta línea de investigación lleva años y sí hay evidencia que respalda el darle testosterona a los hombres para evitar el embarazo de sus parejas, pero estos datos no habían logrado controlar aún los efectos secundarios.

Ingieren 100 hombres la píldora

Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Washington acaban de mostrar los avances de DMAU, una píldora de ingestión diaria que contiene hormonas que podría frenar la producción de la célula reproductiva masculina.

En su formulación, la píldora contiene undecanoato, dimendrolona y otras hormonas que tendrían como fin evitar la producción de espermatozoides. Al día de hoy ha sido probada en 100 hombres, y hasta el momento todo indica que es segura y eficaz.

Al respecto, Stephanie Page, endocrinóloga líder del proyecto, reveló que la mayoría de hombres consultados expresó que preferiría tomar una pastilla a aplicarse inyecciones o geles. “Los sujetos en los que se probó el anticonceptivo mostraron una «marcada supresión» de los niveles de testosterona, así como de otras hormonas necesarias para la producción de la célula reproductiva. Los participantes estarán bajo observación médica durante tres meses, tiempo que demora el ciclo completo de producción de espermatozoides”, dijo.

“Las únicas opciones ahora para hombres son la vasectomía, los condones y el «coitus interruptus»”, comentó la investigadora. “El 40 por ciento de los embarazos en el mundo —agregó— son no deseados, así que claramente existe una necesidad insatisfecha de anticonceptivos novedosos, y los hombres tienen muy pocas opciones”.

Dosis

El estudio de la Universidad de Washington incluyó a un centenar de hombres de entre 18 y 50 años a los que al azar se les asignaron en grupo de control o en tres grupos diferentes de tratamiento. Cada uno de estos tres grupos recibió una dosis diferente del fármaco: 100, 200 o 400 miligramos.

Los investigadores encontraron que, después de tomar el medicamento durante 28 días, la testosterona en la sangre se redujo a niveles de castración para las tres dosis (se refiere al rango objetivo de testosterona en la sangre después de la castración química o quirúrgica y generalmente se define como 50 nanogramos por decilitro). El grupo al que se le dieron 400 miligramos también vio una significativa reducción de LH y FSH, dos hormonas que ayudan a regular la testosterona y la producción de esperma.

Aunque los resultados son muy prometedores, debido a una muestra tan pequeña, es necesario hacer más investigaciones para evaluar los posibles efectos secundarios de la medicina en la población en general.

Esta no es la primera vez que se prueba un anticonceptivo hormonal en hombres. En 2016, otro estudio analizó la efectividad de una inyección de hormona administrada cada ocho semanas. Aunque el fármaco fue eficaz en la reducción de embarazos, se asoció con una serie de efectos secundarios adversos que incluyen depresión, acné y libido alterada. Debido a estos efectos secundarios, 20 de los 320 participantes dejaron el estudio.

 

Se requieren más estudios

Pero este medicamento, DMAU, mostró una marcada reducción en muchos de estos efectos no deseados. Tampoco pareció dañar el hígado, una consecuencia conocida del uso de testosterona, según Page. Sin embargo, el corto período de estudio —de solo 28 días— hace que sea difícil saber si el daño hepático podría haber ocurrido con el uso a largo plazo de la pastilla.

El estudio tampoco midió el recuento de espermatozoides, una de las principales limitaciones del estudio. Pero de acuerdo con Page, el equipo de investigación logró alcanzar su objetivo principal: identificar una dosis efectiva y potencialmente segura de DMAU.

Los investigadores dijeron que “el estudio original realmente fue diseñado para encontrar una dosis para seguir adelante, y pudimos lograr eso y demostrar que no había problemas graves de seguridad”. También abrió la puerta para investigaciones futuras que ya están en marcha.

“El siguiente paso importante es mostrar que esto de hecho suprime la producción de esperma, y ​​eso requiere al menos un estudio de tres meses, que vamos a emprender ya. Después de eso, necesitaremos estudios a más largo plazo para analizar en detalle los posibles efectos secundarios y finalmente realizar un estudio en parejas que demuestre que realmente funciona en el mundo real”, agregó Page.