Como Carlos Marx nació el 5 de mayo de 1818, se celebran este año los 200 años de su aparición en escena. Otro doble centenario que habrá que festejar es el de Ignacio Ramírez, el Nigromante, quien nació el 22 de junio. Del primero, y espero que no se juzgue la frase como irreverente, puede decirse lo que la frase publicitaria de un whisky, tiene 200 años y sigue tan campante. Su teoría, derrotada de momento por lo que se sintetiza en el “caballo de Troika”, llegó a dominar más habitantes, si no más países, que el capitalismo. Todo empezó, cuando el concepto de dictadura del proletariado fue duramente combatido por los eurocomunistas, pero el neoliberalismo, con su fábrica de pobres y desigualdad, ha puesto otra vez a la orden del día el centro de su teoría que es la lucha de clases.

Plusvalía, alienación y materialismo histórico son conceptos que se disfrazan en otros, pero que siguen sirviendo de base a teorías (incluso la de Keynes) que se presentan como recién salidas del horno. El neoliberalismo se hunde tan aceleradamente que hasta los Estados Unidos de Trump y la Inglaterra del brexit, están abandonando el barco.

Tal vez sea importante decir que a Marx le toca vivir dos momentos históricos claves, la crisis económica de 1870 y la Comuna de París, el primer gobierno obrero, (aunque efímero) del mundo. No es casual, entonces, que sea Marx precisamente el teórico más agudo, por no decir el único, de las crisis económicas. Sin embargo, a estas alturas, hay que añadir, que el concepto que hay que recuperar, de manera urgente, es el de ideología, porque la falsa concepción es lo que impide que la gente despierte y encuentre la forma de poner un alto a lo que está viviendo. Estos 200 años de Marx se celebrarán, como ocurrió el año pasado por los 150 de la publicación del Primer Tomo de El Capital, en todo el orbe.

Bicentenario de Ignacio Ramírez

El Nigromante, nombre con que firmaba sus artículos periodísticos, es probablemente el más famoso de nuestros intelectuales. Como es sabido, el día que ingresó a la Academia de Letrán y leyó su famoso discurso “No hay Dios, las cosas de la naturaleza se sostienen por sí mismas” armó tal escándalo que su estruendo alcanza hasta nuestros días. Cuando Diego Rivera recuperó el “Dios no existe” para su mural, entonces en el Hotel del Prado, que se titula Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, un grupo de estudiantes católicos, identificados como “los conejos”, destruyeron parte del mural en el lugar donde aparecía la frase y, en consecuencia, el mural permaneció cubierto un tiempo. Cuando el mundano arzobispo Luis María Martínez se negó a bendecir el hotel por la blasfema frase de Diego, el pintor propusó sustituir la frase por “Academia de Letrán 1836”, en alusión al lugar y año en que el Nigromante, entonces un joven de 18 años, dijo esa frase en su discurso de ingreso a esa academia literaria. (Por cierto, hasta donde yo sé, el discurso del Nigromante no existe, al menos en dos tomos de su obra que yo consulté hace años en el Colegio de México. Quizás la recopilación de Boris Rosen, realizada para el Instituto Jorge L. Tamayo, lo recupere. Ahora que si Boris no lo encontró, es que definitivamente el mismo autor no se cuidó de conservarlo).

Reproducimos, para gusto del lector, este poema de Ignacio Ramírez que, se dice, está dedicado a quien la historia literaria y la leyenda conocen como Rosario, la de Acuña. El Nigromante, ya viejón entonces, le puso el título de “Al amor”:

¿Por qué, Amor, cuando expiro desamado

de mí te burlas? Llévate esa hermosa

doncella tan ardiente y tan graciosa

que por mi oscuro asilo has asomado

En tiempo más feliz, yo supe osado

extender mi palabra artificiosa,

como una red, y en ella, temblorosa

más de una de tus aves he cazado.

Hoy de mí mis rivales hacen juego,

cobardes atacándome en gavilla,

y libre yo a mi presa al aire entrego

Al inerme león el asno humilla

vuélveme, Amor, mi juventud, y luego

tú mismo a mis rivales acaudilla.

Como la esposa de Ignacio Ramírez fue Soledad Mateos Lozada resulta que son descendientes de esta familia: el gran novelista Juan. A. Mateos, Francisco Zarco (Mateos), Adolfo López Mateos y el actual presidente de la Sociedad de Escritores de México José de Jesús Calzada, quien comentaba que es descendiente, no de la  esposa, sino del famoso intelectual, pues el nombre completo del Nigromante es Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada.