El debate del domingo 22 de abril es para algunos la oportunidad de un cambio en el actual escenario electoral del país, para otros es la ocasión de confirmar las tendencias que se han venido presentando desde la precampaña.

Siempre! consultó a especialistas para conocer su opinión de los efectos que este evento tendrá en la campaña electoral de 2018. Si bien hay expectativas altas, también puede ocurrir que todo quede como al arranque de la campaña y el intercambio de propuestas y acusaciones no modifique el rumbo que las encuestas reflejan.

A esperar una sorpresa

“No siempre un debate logra modificar tantas cosas. Un debate puede modificar algo si nos da una sorpresa, esta es la verdadera naturaleza de un evento así, generar sorpresas, alguna equivocación, algo que surja que no se conocía de algún candidato, alguien que supera las expectativas es lo que se espera de un debate. Si de repente vemos que todo pasa conforme esperábamos, entonces no va a haber ningún cambio. No esperemos ver que a los dos o tres días, las tendencias empiecen a cambiar, esto es algo paulatino después de alguna sorpresa”, explicó para Siempre! Roy Campos, encuestador y director de Consulta Mitofsky.

De acuerdo con la opinión y experiencia de nuestro entrevistado, un debate podría significar un cambio que se vería reflejado en las estrategias de los equipos de campaña.

“Está bien que busquen esa estrategia. En un debate los candidatos acuden en igualdad de circunstancias, no tiene más tiempo el que va arriba en las encuestas, no tiene más dinero, más spots, están en igualdad. Ahí esperan dar una sorpresa, seguramente van a ir en contra de López Obrador, pues va adelante, motivando que cometa un error como sucedió con Labastida en 2000, pero López Obrador va a no equivocarse. Meade en los últimos días ha llamado al debate, Margarita Zavala también, todos van por esa oportunidad”, sostuvo.

Para nuestro entrevistado señaló que es una buena oportunidad para alcanzar un cambio, aunque dependerá de lo que hagan en forma complementaria los candidatos.

Y respecto a quién puede aprovechar mejor el debate, sin dudarlo Roy Campos contestó que ve como favorito en este rubro a Jaime Rodríguez Calderón.

Roy Campos.

“Es más desparpajado, es más directo, tiene menos cosas que perder, creo que retóricamente, en términos de discurso, de posicionamiento, de osadía creo que es el que tiene más oportunidad de ganar un debate planteado así; quién sabe si eso le dé votos, pero en cuestión de nota, él la dará”, añadió.

Acerca de lo que espera en el primer debate presidencial de 2018, el director de Consulta Mitofsky apuntó que, en primera instancia, su expectativa es que sea más entretenido gracias a las nuevas reglas, “alguna historia nueva que nos cuenten y que alguien supere las expectativas, como en el caso de Margarita Zavala o José Antonio Meade, no se espera que tengan un buen desempeño pero nos pueden sorprender. Habrá más ataques que propuestas, la gente podrá ver sangre en el debate”, completó.

Finalmente, hizo referencia al lugar que ocupa en las preferencias ciudadanas el candidato de Morena.

“López Obrador ha construido una candidatura basada en ser una víctima del sistema, lo cual le permite identificarse con los ciudadanos, en especial de los que se sienten víctimas también; al parecer nada le ha golpeado hasta el momento”, dijo Roy Campos para agregar que a pesar del efecto teflón que pudiera tener el abanderado de Morena, también puede dañar una candidatura la constancia en los ataques.

Gerson Hernández Mecalco.

Los primeros dos minutos

Para Gerson Hernández Mecalco, asesor político y catedrático de la UNAM, acerca del primer debate presidencial hay que considerar los antecedentes.

“En el libro blanco del INE de la elección de 2012 se menciona que menos de uno de cada diez mexicanos vieron el debate presidencial de aquella ocasión, es decir, en materia de rating, penetración, fue bajo; ahora, hay que tomar en cuenta que lo importante es la primera intervención, los primeros dos minutos, porque es cuando se genera empatía; además, es una oportunidad para generar un cambio de narrativa, pero qué es lo que se recuerda de los debates, pues las imágenes, el 75 por ciento del lenguaje usado es no verbal, entonces las imágenes que recordamos son la edecán, alguna fotografía al revés, hay pocos soundbites, información o propuesta que quede en la memoria, es lo que hay que tomar en cuenta”, explicó para Siempre! nuestro entrevistado.

Para Hernández Mecalco es una novedad el formato a utilizar, lo cual puede favorecer el desarrollo de un intercambio más dinámico.

“Sin tener bola de cristal, puedo asegurar que a quien van a atacar es a López Obrador; él participaría por tercera ocasión en este tipo de contiendas y a diferencia de otras ocasiones en que desestimó la preparación, para esta vez lo ha hecho bien, incluso Antonio Sola le ayuda en asesoría; en el caso de Meade, tiene que aprovechar la oportunidad para atacar a López Obrador para posicionar un golpe importante que lo ayude a posicionarse en las encuestas.

“Para Ricardo Anaya, como hemos visto en otros debates que ha tenido, es muy hábil para responder; en el caso del Bronco y de Margarita, no me atrevería a dar un punto de vista porque tienen todo que ganar y nada que perder”, revisó Gerson Hernández.

En cuanto a la preparación que deben tener los candidatos para enfrentar a sus adversarios en un evento de esta naturaleza, el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM explicó que debe ser algo que venga de meses atrás.

“Tienen que considerar la ropa que van a llevar, que todas las palabras que emplees sean comprensibles para la mayoría de las personas que te van a ver, el hablar de políticas públicas, el PIB, todos esos términos que pueden ser usados en reuniones en el Club de Industriales, pero que no sean cercanas a la audiencia, además contar historias que sean empáticas con la gente; un ejemplo de esto, en el evento de la firma del Pacto por la Infancia, Jaime Rodríguez Calderón inició con una historia en la que contó que, cuando niño, le pidió a su mamá que le revisara la tarea, pero que ella no pudo pues le confesó que no sabía leer. Son historias que pueden resultar cercanas a los ciudadanos, por lo que hay que estar atentos con los candidatos que puedan construir este tipo de historias, ya sea para proponer o para atacar”, explicó nuestro entrevistado.

Otro punto que hay considerar, resaltó Gerson Hernández, es la administración del tiempo durante el intercambio, además del posdebate, “lo más interesante es quién la población consideró que es el ganador, pues se activan voceros que ayudan a reforzar a través de medios el mensaje de los candidatos”, apuntó para concluir: “esta semana es clave para Meade, si después del debate las encuestas siguen poniéndolo en un tercer lugar, la elección se cerrará a dos contendientes; la sorpresa sería que Meade rebase a Anaya; otra, que Ricardo Anaya se lance en contra de las acusaciones que se le han hecho; puede haber muchas sorpresas, pero para el PRI es donde está el mayor riesgo”.

Víctor Alarcón Olguín.

La apuesta de los candidatos

Desde el punto de vista de un analista político como Víctor Alarcón Olguín, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, el primer debate presidencial es la oportunidad para solventar una de las dos apuestas que hacen los candidatos: un cambio en las tendencias o que estas permanezcan.

“Obviamente tanto Meade como Anaya están presionados para salir a dar un esfuerzo en oferta y en contraste que los coloque más cerca de López Obrador, en tanto que para este candidato la estrategia será aguantar no solamente esos ataques, sino también de los que provengan de las candidaturas independientes. Es muy claro que quienes tienen la mayor carga de presión son los cuatro aspirantes detrás del de Morena, para ver si pueden acortar distancias”, dijo a Siempre! Alarcón Olguín.

Otro punto que destacó es la posibilidad de que Ricardo Anaya y José Antonio Meade puedan convencer al público de que son la posibilidad de contrarrestar la candidatura de López Obrador.

“Hasta ahora ha habido una evasión estratégica de López Obrador, por lo que la presión está del lado de sus opositores”, aseguró para describir lo que podrán hacer los aspirantes a la Presidencia de la República.

“Harán lo que se menciona en cualquier manual de comunicación política, los cuatro candidatos tendrán que ofrecer el porqué son la alternativa al modelo que propone López Obrador, pues él seguirá ofreciendo su oferta como lo ha venido haciendo. También tendrá que estar preparado para el tono de las intervenciones, sobre todo si se desvían a revelar algún escándalo o alguna acusación de corrupción en su contra, algo que podría modificar las tendencias y reducir una ventaja de más de 10 puntos, por lo que deberán hacer uso de algún otro tipo de elementos que dejen a este candidato sin oportunidad de responder”, indicó.

En este sentido, señaló que será importante que tanto Meade como Anaya contrasten las propuestas económicas del tabasqueño, mostrando que son inviables.

“En cuestión política, se manejará si López Obrador está construyendo un nuevo PRI, además del pragmatismo de aceptar a políticos de otros partidos, algo que se contrastará y el electorado tendrá este tipo de situaciones, solo quedando por ver si será de manera brusca, como en el caso del Bronco, o de manera técnica y más elaborados como serán los que presenten Meade o Anaya. Los cuatro candidatos tendrán que ir tras el puntero”, sostuvo Víctor Alarcón.

Ir tras el líder de la carrera presidencial es el gran objetivo de los demás candidatos, recordó el académico de la UAM, pues se trata del más conocido e identificado y quien, ante los fracasos del PRI, del PAN y del PRD, es visto como la opción antisistema, visto como la oposición a la continuidad del actual sistema, pues muchos ciudadanos consideran que no ha recibido la oportunidad de mostrar sus capacidades.

“López Obrador se ve como opción ante un modelo que ha fallado en lo distributivo, con una lógica distinta ante un panorama de corrupción y de inseguridad; es obvio que hay un agotamiento y un fastidio, que es un excelente caldo de cultivo para un personaje como López Obrador”, concluyó nuestro entrevistado.

Guía para seguir los debates

El INE acordó con los partidos un nuevo formato para llevar a cabo los debates entre candidatos presidenciales; así, serán tres los encuentros que se lleven a cabo en el marco del actual proceso electoral.

El primero de ellos se realizará en la Ciudad de México, en el Palacio de Minería, este domingo 22 de abril, teniendo como tema central política y gobierno, y como subtemas: combate a la corrupción e impunidad; seguridad pública y violencia; además de democracia, pluralismo y derechos de grupos en situación de vulnerabilidad.

El formato contempla la presencia de tres moderadores quienes harán las preguntas a los candidatos durante los tres bloques —seguridad, corrupción y democracia y pluralismo— en que se dividió el intercambio de propuestas; asimismo, cada bloque se divide en dos segmentos para abordar los subtemas.

En el primero, cada candidato tendrá 2 minutos y 30 segundos para responder la pregunta que se le haga directamente, en tanto que el resto de los abanderados tendrá un minuto para réplicas. En el segundo, a manera de mesa de diálogo entre candidatos, cada uno de ellos tendrá una bolsa de 2 minutos y 30 segundos para contrastar sus propuestas de acuerdo con el tema específico que planteen los moderadores, pudiendo usar un minuto en sus intervenciones.

Finalmente, cada representante partidista cerrará su participación con una intervención de un minuto.

El siguiente debate se realizará en Tijuana, en instalaciones de la Universidad Autónoma de Baja California, el 20 de mayo, teniendo como tema central México en el mundo, considerando como subtemas: inversión, comercio, fronteras y migración.

El tercer y último debate será en Mérida, Yucatán, en el Museo Mundo Maya el 12 de junio. Los temas a tratar serán economía y desarrollo como eje central, teniendo como subtemas: pobreza, desigualdad, educación, tecnología, desarrollo y ecología.

Para el primer intercambio de propuestas, el sorteo realizado en las instalaciones del INE dejó el siguiente orden de intervenciones para la primera ronda: primero, Jaime Rodríguez Calderón; segundo, Andrés Manuel López Obrador; tercero, Ricardo Anaya; cuarto, Margarita Zavala, y quinto José Antonio Meade. En el último segmento, el orden es: primero, Jaime Rodríguez Calderón, seguido por Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y cerrará José Antonio Meade.

Los moderadores de este primer debate serán Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento.

Finalmente, habrá que estar al pendiente del posdebate, pues cada equipo de campaña buscará declarar ganador a su candidato a través de las redes sociales.

Los debates en la historia electoral mexicana

En nuestro país, la realización de debates entre candidatos a puestos de elección es una práctica reciente. En la época del partido hegemónico, estos intercambios de ideas y propuestas no se llevaban a cabo a pesar de las exigencias de la escasa oposición que participaba en los procesos electorales.

No fue sino hasta la década de los años 60 en que se llevó a cabo un debate entre candidatos, pues la costumbre hasta entonces —en el contexto de una reforma política que abrió la Cámara de Diputados a representantes de los partidos con registro— era que a los abanderados de la oposición se les ignoraba o simplemente no se les abrían espacios en medios de comunicación.

Así, Tomás Carmona, candidato del PAN a diputado, fue protagonista del primer debate televisado en vivo en la historia de México, el cual tuvo lugar el 27 de junio de 1961 en el programa Mesa de Celebridades del Canal 2, conducido por Agustín Barrios Gómez, donde debatió con el candidato a diputado del PRI Antonio Vargas McDonald a quien superó en opinión de la audiencia.

Días después del encuentro, en medios impresos circuló la versión de que ya no se harían más debates, “ya ves cómo nos fue con McDonald”, se argumentaba.

El siguiente debate se llevó a cabo en el marco de la elección presidencial de 1994. Fue el primero que se transmitió a través de la televisión con cobertura nacional, en el que participaron Diego Fernández de Cevallos por el PAN, Cuauhtémoc Cárdenas por el PRD y Ernesto Zedillo Ponce de León por el PRI.

La actuación del abanderado panista, que apabulló a sus rivales, despertó expectativas incluso para que se convirtiera en puntero en las encuestas, pero en la celebración —de acuerdo con versiones de cercanos al candidato del blanquiazul— recibió un abrazo tan efusivo que le rompió un par de costillas, por lo que redujo el ritmo de la campaña con lo que perdió la delantera que le dio el debate.

En el año 2000, en el siguiente debate presidencial, lo que se recuerda más es la insistencia de Vicente Fox, candidato de la Alianza por el Cambio —formada por el PAN y el PVEM—, al grito de “hoy, hoy, hoy”, para realizar el intercambio en el que enfrentó a un Francisco Labastida que lo acusó de llamarlo “mariquita, la vestida”, en tanto Cuauhtémoc Cárdenas participaba por tercera ocasión en elecciones presidenciales.

En 2006, el primero de dos debates presidenciales es recordado por la inasistencia de Andrés Manuel López Obrador, quien no participó junto a Felipe Calderón del PAN, Roberto Madrazo del PRI y Roberto Campa por Nueva Alianza.

En el segundo debate, al que sí asistió López Obrador, se recuerda por el momento en que Roberto Madrazo desapareció de la pantalla al caérsele una fotografía que sostenía.

Para 2012, en el primer debate que sostuvieron Josefina Vázquez Mota del PAN, Enrique Peña Nieto del PRI, Andrés Manuel López Obrador del PRD-PT y Gabriel Quadri de Nueva Alianza, es recordado por las miradas que robó una edecán contratada por el entonces IFE más que por las propuestas de los abanderados partidistas.

Primer debate chilango

El pasado miércoles 18 de abril, se llevó a cabo el primer debate entre los 7 candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Con la participación de Alejandra Barrales de la alianza PAN-PRD-MC, Claudia Sheinbaum de la alianza Morena-PT-PES, Mikel Arriola del PRI, Marcos Rascón del Partido Humanista, Purificación Carpinteyro de Nueva Alianza, Mariana Boy del Partido Verde y la candidata independiente Lorena Osornio, bajo la moderación de Javier Solórzano, el evento contrastó las propuestas de los abanderados que también dedicaron parte del tiempo a criticar a sus rivales.

La temática abordó aspectos como movilidad, sustentabilidad, seguridad pública y abasto de agua, aunque algunos ataques entre los abanderados robaron la atención.

Algo que llamó la atención, como se reflejó en redes sociales al día siguiente del evento, fue la constante mención de colocar cámaras de video para atender el tema de la seguridad pública, cuestión que generó desde dudas que se reflejaban en mensajes de ciudadanos, así como burlas por la idea.

Entre las acusaciones, como se esperaba, se abordó la responsabilidad de la abanderada de Morena en el tema del Colegio Rébsamen; los bienes de Alejandra Barrales, además de la responsabilidad que tuvieron como autoridades en rubros como seguridad pública.

100 kilómetros de Metro, como propuso Mikel Arriola, o 50 como lo hizo Mariana Boy o los 25 de Alejandra Barrales en el tema de movilidad, nos dan una idea de la manera en que se plantearon las propuestas en esta oportunidad.

@AReyesVigueras