Miguel Díaz-Canel, hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, fue elegido este jueves presidente de Cuba por la Asamblea Nacional en sustitución del general Raúl Castro, que se retira del poder tras doce años al frente del país.

El cambio en la presidencia no supone de facto nada más que un cambio de apellido, ya que, como el propio nuevo presidente ha declarado tras el nombramiento, Raúl Castro “encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”. En su primer discurso como gobernante, ha dejado claro que aunque Castro se retira de la primera línea política y tampoco formará parte del recién renovado Consejo de Estado, su opinión seguirá teniendo un enorme peso para el nuevo Gobierno.

Además, el primer presidente de la Cuba poscastrista afirmó también que el mandato recibido por el pueblo “es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial”, marcado por los “avances en la actualización” del modelo económico y social del país. Por ello Díaz-Canel también relevará a Castro al frente del Partido Comunista en el año 2021, cuando está previsto el VIII Congreso de la formación, según anunció hoy el mandatario saliente.

El nuevo mandatario fue ratificado con el 99,83 por ciento de los votos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, según los datos ofrecidos ante la cámara por la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro. Junto a Díaz-Canel, quedó también elegido el resto de los miembros del Consejo de Estado (máximo órgano de gobierno en Cuba), con el veterano Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente de la isla.

El grupo de cinco vicepresidentes estará integrado por el “histórico” Ramiro Valdés; el ministro de Salud Roberto Morales; la contralora general, Gladys Bejerano; la directora del Instituto de Recursos Hidráulicos de CubaInés María Chapman; y la presidenta de la Asamblea provincial de Santiago de CubaBeatriz Johnson. El Consejo de Estado está compuesto además por otros 23 vocales y un secretario, cargo en el que repetirá Homero Acosta.

Tras la proclamación de los resultados, el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, invitó al mandatario entrante a ocupar su nuevo lugar en la Presidencia de la Asamblea, lugar donde Díaz-Canel brindó a Raúl Castro un saludo militar y otro abrazo. Posteriormente, Castro levantó el brazo de su sucesor en un clásico gesto de la iconografía revolucionaria.