Don Guillermo Ortiz González, un señor que lleva más de 8 años trabajando en su taller de zapatos “San Crispín”, en Insurgentes Centro 42-B, en la colonia San Rafael, en la CDMX.

Relata que desde hace años este oficio ha ido desapareciendo, en gran parte de la ciudad, porque cada vez menos personas acuden a los talleres a reparar su calzado. Prefieren comprar zapatos nuevos. Los materiales y la renta son otro factor que han hecho que en la ciudad ya no se vean zapateros.

Don Guillermo menciona que en su taller la gente acude porque en su mostrador cuenta con decenas de monedas de todo el mundo y principalmente de México.

>> Texto y fotografías de Enrique Ordoñez a través de la Agencia Cuartoscuro<<