Con motivo de la reciente publicación de su libro El pueblo soy yo, el historiador Enrique Krauze advierte sobre el daño a la democracia de nuestro país el hecho de entregar el poder absoluto a una sola persona.

En entrevista con El Universal, señala que pese a que reconoce la genuina vocación social y oposición a la corrupción de Andrés Manuel López Obrador, asegura que tiene impulsos religiosos y rasgos autoritarios que son preocupantes pues pueden presagiar un futuro difícil para la democracia, pues recuerda que “la tolerancia no es su fuerte”.

Al hablar sobre el populismo, Krauze explica que este termino se refiere a la liga que existe entre el líder carismático y el pueblo por encima de las instituciones, leyes y libertades, además de que otros de sus rasgos es que polariza y divide, “busca enemigos internos y externos, moviliza a la sociedad, y tiene por designio la disolución, muy lenta, de la democracia”.

Reitera que hay que tener cuidado con entregar el poder a un hombre que dice representar él solo al pueblo y que justamente su fórmula es decir “el pueblo soy yo”; tan sólo hay que ver los ejemplos de Cuba y Venezuela, “la moraleja es clara. Una cosa es llegar a la Presidencia y otra es entregar el poder absoluto a una sola persona. Es algo que hay que prevenir siempre”.

De ganar AMLO

Enrique Krauze indica que el derecho de gobernar lo tendrá aquél que gane la elección, pero deberá gobernar dentro del marco de las instituciones republicanas y autónomas, así como de las leyes y las libertades.

“Espero que el Poder Judicial siga siendo independiente, que en el Congreso se sigan peleando entre sí. Eso es lo mejor porque el poder hay que dividirlo, no hay que integrarlo. Del poder hay que desconfiar siempre y del poder absoluto, absolutamente”.

Afirma que sería mejor que López Obrador hablara de respeto y tolerancia en lugar de estar hablando de amor y paz, pues la política y sobre todo la democracia no es un territorio de amor y paz.

Entre sus temores comenta se encuentra el hecho de que con la llegada de López Obrador se pueda dar una regresión al siglo XX con tintes muy marcados de redentorista y religioso. Aunque considera que es muy difícil que pueda reelegirse resalta la importancia de que las instituciones se vayan perfeccionando y creciendo.

“Espero que sigamos siendo una democracia aún con todas sus imperfecciones e incomodidades. La unanimidad es indeseable, opresiva e imposible. Ojalá no lleguemos al país de la unanimidad”.