El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó su campaña para reelegirse por un nuevo mandato de seis años. Con su eslogan “cuento con ustedes, no me vayan a dejar solo”, el delfín de Hugo Chávez, espera vencer a su más cercano rival, el ex gobernador Henri Falcón, quien preside la Mesa de Unidad Democrática, en los comicios presidenciales del próximo 20 de mayo.

Maduro regresó de un viaje a Cuba, donde se reunió con el nuevo presidente cubano Miguel Díaz-Canel, su principal socio y aliado regional. Pese a que el mandatario venezolano tiene a la prácticamente toda la comunidad internacional en su contra, las tendencias lo colocan como el favorito para gobernar un nuevo periodo hasta el 2025.

Sin embargo, existe un paralelismo entre él y su más reciente colega cubano, pues ambos heredaron el poder casi de forma monárquica, en su caso por la muerte de Hugo Chávez y con el político isleño, por el agotamiento físico de Raúl Castro. Al menos así lo piensa el escritor José Rafael López Padrino.

“Díaz-Canel es un cuadro formado ideológicamente con experiencia previa en responsabilidades de gobierno. Maduro carece de formación ideológica sólida”, señaló el especialista. “El mandatario chavista vivió en su juventud varios meses en la isla, durante los cuales recibió adiestramiento ideológico”.

Pese a ello, “creo que el cubano logrará gobernar con mayor seguridad de lo demostrado por Maduro hasta ahora. Es obvio que está mejor preparado y, por ende, pienso que en Cuba habrá menor improvisación. Díaz-Canel es un comunista convencido que podría modernizarse parcialmente”, comenta a su vez el internacionalista Mariano de Alba.

Por su parte, la Unidad Democrática y la Iglesia Católica, que integran el bloque opositor denominado Frente Amplio Venezuela Libre, iniciaron su campaña criticando las acciones de Maduro, de las que dijeron anticipan elecciones poco confiables.

“No podemos avalar un proceso viciado, sin condiciones, sin observación internacional, con partidos ilegales, líderes presos e inhabilitados, con censura en medios y sin que más de dos millones de venezolanos que ahora viven en el exterior puedan votar”, dijo el diputado Juan Requesens.

“Todos los venezolanos hemos de tomar conciencia que está en juego en estos momentos, no solamente la realización de un evento comicial más o la merma transitoria de la calidad de vida de un pueblo, sino su misma existencia como nación libre, fraterna y democrática”, comentó la Conferencia Episcopal venezolana en un comunicado.