Lo que consideramos justicia es, con mucha frecuencia,

una injusticia cometida en nuestro favor.

Reveillere

La teoría jurídica denominada “frutos del árbol envenenado” se refiere a la obtención ilícita de pruebas de un delito que durante un proceso en una primera instancia pueden ser tomadas en consideración pero que, al probarse la obtención ilícita, estas invalidarán el proceso y no se deberán considerar; es decir que, aunque sean pruebas reales de los hechos, la forma ilícita de obtenerlas invalida su valoración y como consecuencia las invalida y deja sin efecto.

Hago una analogía de lo que esta viviendo nuestro país en estos momentos con tantos temas tan controvertidos como ilícitos y antiéticos, pero que al final de cuentas vemos que se imponen los criterios legalistas  o mejor dicho leguleyos que aprovechan los vacíos y falta de claridad en la norma para obtener beneficios a costa de ilicitudes o irregularidades.

Es el caso claro y concreto de lo que sucede con la determinación del Tribunal Federal Electoral al restituirle la candidatura a Jaime Rodríguez, el Bronco, con lo que se abona a una descomposición más fuerte del proceso electoral presidencial y, a su vez, un enrarecimiento del clima electoral que, sin duda, tendrá sus consecuencias en la jornada electoral de julio próximo.

Aquí podemos aplicar la analogía de la “teoría del árbol envenenado” al analizar las circunstancias y los elementos generados durante la sesión del tribunal. Sin duda es una determinación jurídica que tiene su fuerza y debe ser acatada, es decir, no hay nada que hacer para combatirla y revertirla, al menos en términos jurídicos.

Sin embargo, si el árbol está envenenado, dará frutos envenenados, y estos serán dañinos para quien los consuma, indistintamente de que estos frutos sean comestibles y luzcan apetitosos. Lo mismo sucede con el fallo de tribunal.

Por un lado aceptan que hubo trampas de parte del Bronco y su equipo, que no solo simularon firmas o credenciales de elector para obtener el registro sino que de manera clara y directa organizaron todo un sistema de fraude para sorprender a la autoridad y registrar cientos de miles de apoyos falsos, de ahí la división en la votación: cuatro a favor del Bronco, tres en contra. Es decir no hubo unanimidad y la magistrada presidenta expreso que no hubo conductas éticas de este candidato para obtener su registro.

Sin embargo se impuso la mayoría y la sentencia esta firme, jurídicamente es valida, pero en cuanto a ética y responsabilidad deja mucho que desear. El mensaje es claro, se puede hacer trampa, burlar a las autoridades y tarde o temprano podrás salirte con la tuya por leyes mal diseñadas o procesos mal aplicados.

Los argumentos del tribunal o de los que votaron por el al Bronco son muy cuestionables, le han dado el espacio en la boleta pero no la legitimidad que se requiere para estar en ella. Perdió, ganando.

@perezcuevasmx

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