En un ensamblaje anecdótico futurista, que mucho tiene también de fantástico, el joven creador Luis Alcocer propone Teatro de momias, puesta que ha corrido con muy buena fortuna tanto en lo que toca a la recepción del público que la ha hecho un éxito, como de la buena acogida de la crítica.
Vertiendo muchas ensoñaciones musicales —cabaretiles, propiamente dicho— el Teatro de momias se quiere un poema en favor del amor; es una de esas obras que buscan tocar las fibras sensibles de los espectadores y lo logran. Para Alcocer parecen muy claros los códigos que el teatro que busca debe utilizar: primeramente el performance, apoyado con pericia por la danza, la corporalidad y la conjugación de la música y la luminotecnia. No se requiere de grandes actuaciones. No se requiere de más.
El lenguaje escénico de Teatro de momias pertenece al mundo de la prestidigitación. Todo confluye y todo puede ser utilizado en favor de la espectacularidad. El director lo sabe, más aún que privegiar la palabra, se debe privilegiar la imagen; por ello mismo, el manejo de la luz y la sombra son fundamentales. La representación, por obvias razones temáticas, huele a apocalipsis. Las momias imantan al espectador con su buen diseño en sus aspectos físicos y mejor manejo por parte de los intérpretes. La radio se utiliza como una voz en off intermitente y abrasiva, nostálgica y convulsiva.
Pero, también, como confiesa la breve sinopsis que se entrega al público, la obra es una suerte de “variedades filosóficas”, entendiendo el término “variedades” como show y como diversidad de expuestos teóricos. Esta confrontación argumental, diríase que dialógica en términos filosóficos, acierta a generar que la fantasía se apodere del escenario. “… La suma de todas las partes no cuenta una historia, más bien, plantea un tema y formula una pregunta: ¿cómo cultivar el amor y conservar la alegría de vivir en un contexto tan adverso y sombrío como el nuestro?”, así cuestiona el creador dramático con su Teatro de momias, un trabajo que partiendo de los estereotipos del teatro performancero osa ir más allá del performance y hacer que el público se involucre en carne y hueso, tanto como las momias se desnudan para hacerse espejo de los mismos espectadores en un mundo convulsionado.
Luis Alcocer sabe dirigir con exactitud de miras. Es decir, logra lo que se propone: el espectáculo agrada, convence, cuestiona, va hacia la hondura psicosocial y, más aún, alcanza los más cautivantes roles de la universalidad dramática. Recomiendo ampliamente este montaje.
Teatro de momias está conformado por el siguiente elenco: Luis Alcocer Guerrero, Omar Armella, Jorge Chávez Caballero, José Alberto Gallardo, Fafa Echeverría y Arturo Serrano. Escenografía y vestuario: Martha Alejandra Vega. Iluminación y asistencia de producción: Noel Montes de Oca. Música original y diseño sonoro: Rodrigo Castillo Filomarino. Asesoría de movimiento: Luis Escárcega.
Teatro de momias se presentará en el Foro La NaBe (Doctor José María Vértiz 86, Centro Histórico), los sábados 21 y 28 de abril y 5, 12 y 19 mayo, a las 19 horas.