La historia del fotógrafo alemán Walter Reuter estuvo marcada por la marginalidad, quiero decir: “apartado de la sociedad”, fueron varias las situaciones que lo marginaron: la primera que estuvo en contra del nazismo en Alemania y publicó algunas fotos donde presentaba la histeria por el poder, donde retrataba cómo la neurosis (trastorno nervioso) afectaba la inteligencia y la sensibilidad, convulsionando al ser humano hasta convertirlo en irracional en sus actos; la segunda: que se quedó sin trabajo y sin amigos; temían sus conocidos ser señalados por los nazis como unos apátridas, y por lo tanto no les importaba su país e implicaba ser perseguidos por el sistema; tercero: fue preso varios años en un campo de concentración en el norte de África, durante esos años practicó el español, la mayoría de los presos lo hablaban, pudo escapar a la muerte por su gran fortaleza física y mental al terminar la guerra; cuarto: se embarca y viaja hacia España, donde posteriormente huye del Franquismo, y se vuelve a embarcar hasta llegar a un país del cual no conocía su cultura: México (1942). Sobrevive gracias a unos españoles que le tienden la mano y vive en las faldas del volcán Popocatépetl con poco alimento y sin trabajo, nuevamente su fortaleza mental lo ayuda a concentrarse en la fotografía, retratando magistralmente a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y a sus moradores; quinto: se traslada a la Ciudad de México y siente que vuelve a vivir en una ciudad civilizada. Logra su primer trabajo en muchos años, Los techos de México, serie fotográfica que nació en el techo de su departamento y la publicó en la revista Nosotros, posteriormente logra trabajar para otras revistas importantes como Hoy, Siempre!, Mañana de México, donde muestra sus trabajos y se vuelve relevante para la cultura mexicana. Y su gran conocimiento sobre el arte de la fotografía lo lleva a crear documentales que se convirtieron en obras señeras como: Noticiero cine verdad (corto, documental), Los pequeños gigantes (documental), La güera Xóchitl (corto), El brazo fuerte (Ficción, fotógrafo), Pintura mural mexicana (documental), Toreros mexicanos (corto, documental) y muchos más donde se puede percibir su gran calidad fotográfica.

Viajó mucho por todo México, pero tuvo predilección por Oaxaca, sobre todo por sus montañas, donde conoció a los triquis, un pueblo marginado, con el cual se identificó, pues habían vivido algo parecido a su historia personal, y que Walter Reuter supo a través de una tradición oral en la cual se dice que “los triquis provenían de Monte Albán, de donde fueron expulsados por desobedecer las órdenes del rey. Se desplazaron a la parte baja de la costa oaxaqueña y se asentaron en Tlaxiaco, donde también fueron expulsados por el cacique del lugar, hasta llegar a las montañas”. Y dejó muchas fotografías y documentales sobre este pueblo que había padecido lo mismo que él: la marginación. En fin, sólo nos queda recordarlo y conocer la obra fotográfica y documental de Walter Reuter que murió el veinte de marzo de dos mil cinco, a los noventa y nueve años de edad, en Cuernavaca, Morelos, México.