Enfrenta la realidad tal como es, no como
era o como deseas que fuera.
Jack Welch Jr.
En medio de tantos problemas y ante lo revuelto del clima nacional por causa de las elecciones presidenciales, los millones de mensajes en radio, televisión, redes sociales, las amenazas a candidatos y autoridades crecen cada día, muchas de ellas se han vuelto realidad, hasta ahora, han perdido la vida mas de noventa y cinco políticos.
Un dato alarmante que casi ronda los cien asesinatos. El caso más reciente es el intento de asesinato del exfiscal de Jalisco y hoy secretario del Trabajo de esa entidad, quien salvó la vida gracias a que sus escoltas actuaron rápido y pudieron repeler la agresión y protegerlo. Quienes estamos constantemente informándonos de lo que acontece en la vida nacional e internacional, recibimos las noticias y aún no acabamos de procesarlas cuando ya llegó una nueva de mayor escala.
Es imposible, con la saturación de información que existe, estar atentos con profundidad en los hechos cotidianos. Esto nos pasa, y dado que nos dedicamos a investigar, leer o profundizar en determinadas informaciones, podemos sacar algún análisis y reflexión especifica sobre determinado tema, pero hay que reconocer que esto resulta agotador.
Expreso esto como una introspección personal, ya que imagino lo que debe suceder con el grueso de la población que está preocupada en cuestiones más inmediatas, no quiero decir que uno no lo esté, pero la diferencia está en que quienes escribimos nos dedicamos a analizar la información como un aspecto profesional, y cansa, nos guste o no es parte de nuestro que hacer cotidiano.
En cambio los ciudadanos que reciben la información solo como consumo personal, no tienen el total interés de profundizar en estas, por ello su preocupación más inmediata es resolver el día a día. Muchos de ellos se encuentran desempleados y los que tienen un empleo no están totalmente satisfechos ya que este resulta mal pagado e insuficiente para poder resolver las necesidades más básicas de su familia.
Parece que la autoridad de este país, su gobierno y sus instituciones no se dan cuenta de ello. Parece que estamos destinados a seguir sufriendo el mismo flagelo y que este no cambiará. Indistintamente de quién gane la contienda electoral, hasta ahora ninguno de los candidatos ha reparado en estos problemas profundos.
Como muestra tenemos el debate de hace una semana, el segundo de los ejercicios programados por el INE; falta uno, para hacer los tres oficiales y obligatorios en los que tienen que presentarse los contendientes electorales.
El resumen según la percepción ciudadana es que no se dicen los cómos concretos para resolver los problemas que vivimos como país. Se habla de corrupción, de delincuencia, de caída económica, pero siguen los actos corruptos, los asesinatos y hasta los hackeos al sistema financiero. Estamos ahogándonos en la realidad.
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