En una ceremonia de apenas tres minutos, Quim Torra fue nombrado este jueves presidente de Cataluña. Fue un acto atípico, desprovisto de la liturgia habitual y sin representantes del Gobierno. Tuvo lugar en el Saló Verge de Montserrat del Palacio de la Generalidad y prometió el cargo sin mencionar a la Constitución ni al Rey.

Ante tales hechos, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha recordado que la asunción de responsabilidades públicas de los miembros del Gobierno y de los parlamentos, tanto estatales como autonómicos o locales, están sujetos a unos requisitos, y ha dicho que el acatamiento de la Constitución, del Estatuto de Autonomía y del Derecho “es obligación de todos los deberes públicos”.

Por ello, ha advertido de que si la toma de posesión de Torra “tiene algún defecto formal”, habrá que evaluarla para promover “la subsanación de errores”. De hecho, ha recordado el caso de la toma de posesión de Carles Puigdemont, pues derivó en un recurso y en una sentencia del Tribunal Superior de Cataluña que hizo “una interpretación amplia de estos requisitos formales”.

Horas antes, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha advertido de que acatar la Constitución “no es un hecho meramente formal” sino que es un “hecho trascendental” y así debe entenderse, y por eso el PP estudiará si la forma en que ha prometido el cargo Torra supone una “no formalización” de esa toma de posesión.

No obstante, el corrdinador de los ‘populares’, Fernando Martínez-Maíllo, ha considerado complicada la posibilidad de impugnar judicialmente la toma de posesión de Torra como presidente de la Generalidad. Según ha explicado ha habido varias sentencias del Tribunal Supremo que hacen “interpretaciones muy laxas de lo que es una toma de posesión”, que consideran “más como un acto formal que jurídico”, de ahí la dificultad de impugnar la de ayer.

Otra cosa es que se pueda plantear “hacerlo mejor” desde el punto de vista legislativo y cambiar la ley para “determinar con claridad” qué se debe hacer y qué no en una toma de posesión. Un asunto que, ha reconocido, el PP está abierto a estudiar con los demás partidos para abordar una reforma legislativa.

Precisamente, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, analizará este viernes con sus ministros la situación en Cataluña tras la toma de posesión de Torra como president y después de las intenciones que ha explicitado como sus prioridades al frente de la Generalidad.

A la espera de la evolución de los acontecimientos, el Gobierno ha asegurado que responderá en Cataluña ante cualquier ilegalidad que se produzca, pero no se plantea por ahora reactivar la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

No obstante, desde el Ejecutivo han subrayado el deseo de todos los catalanes de “volver a la normalidad” y de que se forme un gobierno que empiece a gestionar sus asuntos de acuerdo a la Constitución y al Estatuto de Cataluña.