La catástrofe que se vive en la sociedad actual exige salir de debates de “cómo hacer algo” para repensar a fondo “qué tipo de sociedad queremos ser”. Lo he dicho varias veces en este espacio. El hecho de que nos hayan hecho olvidar que somos seres históricos nos hace pensar que la manera en la que pensamos, sentimos y vivimos actualmente es casi algo natural, y no vemos que en realidad depende de elecciones pasadas y presentes. Ver el presente a la luz del pasado fue para Illich una pista fructífera.
A pesar de sus estudios avanzados en teología, y de sus estudios científicos en cristalografía, Ivan Illich (1926 Viena, Austria-2002 Bremen, Alemania) decidió pensar el mundo en cuanto historiador, sin negar que su tradición y su fe fueran puntales indispensables para él. Durante la época intelectual de oro de Cuernavaca, cuando bajo el amparo del obispo Méndez Arceo se vivió ahí una atmósfera de creatividad y libertad de la que disfrutó gente como el psicoanalista Erich Fromm, el monje benedictino Gregoire Lemercier y otros, Illich fundó en esa ciudad el Centro Intercultural de Documentación (CIDOC) que se volvió un lugar de debate inteligente y original. De esta época datan sus obras más conocidas: La sociedad desescolarizada, Energía y equidad, Némesis médica, Alternativas y La convivencialidad. Illich mismo, en un segundo periodo, se refirió a esta producción como “panfletaria”. Sus estudios sobre el pasado le hicieron detectar momentos de cambios en Occidente, tanto de pensamiento como tecnológicos. La última de estas grandes mutaciones ha llevado a lo que él llamó “la era de los sistemas”.

A pesar de que el pensador austriaco continuó viviendo en el pueblo de Ocotepec, Morelos, hasta el final de su vida, alternando con regulares estadías en Bremen y en Pensilvania, lugares donde impartía cátedra, después de la época del CIDOC (cf. https://www.ivanillich.org.mx/8cidoc.pdf), en 1976, el pensamiento de Illich dejó de ser seguido en México. Sin embargo, un grupo de pensadores han retomado la estafeta de seguir este pensamiento complejo, por lo que en Cuernavaca se han organizado diferentes eventos internacionales para reunir a quienes ahondan, investigan e interpretan las tesis del pensador austriaco. Así, en 2007, amigos de Illich convocaron a un encuentro, del que ahora la UAEM publica las memorias bajo el título “La convivencialidad en la era de los sistemas” dentro de la revista Voz de la tribu (http://www.vozdelatribu.com/memorias-de-coloquios-y-foros/). El prólogo, firmado por Jean Robert y Roberto Ochoa, inicia así: “Iván Illich dejó este mundo el 2 de diciembre de 2002. A cinco años de su muerte, un grupo de amigos y lectores de Illich convocamos en Cuernavaca a una reunión con amigos y lectores de México y de otros países para celebrar su pensamiento”. Estas memorias, con pensadores mexicanos y extranjeros, se presentarán en Cuernavaca, Morelos, el 24 de mayo, a las 17 horas en el Auditorio del SNTE, calle Galeana 51, Cuernavaca centro. Esta iniciativa es una invitación a repensarnos como individuos, como sociedad, como seres históricos. Lo más importante es entender lo que la humanidad no había vivido antes y que ahora se ha propagado en el mundo a causa de la globalización, es decir, tomar conciencia de que vivimos inmersos en sistemas y captar qué es lo que esto significa de manera concreta y cómo nos afecta en nuestra convivencia.
Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés, que se investigue Ayotzinapa, que trabajemos por un nuevo Constituyente, que recuperemos la autonomía alimentaria, que revisemos las ilusiones del TLC, que defendamos la democracia.
@PatGtzOtero


