A lo 87 años de edad ha muerto el escritor y periodista Tom Wolfe, quien fuera autor de La hoguera de las vanidades (1987) o Todo un hombre (1988). Es considerado como uno de los padres del Nuevo Periodismo.

Según indicó su agente, Lynn Nesbit, el autor estaba enfermo de neumonía y había sido ingresado por una infección en un hospital de Manhattan.

Wolfe nació en Richmond, Virginia, Estados Unidos, en 1931; pero residía en Nueva York desde 1962, cuando comenzó a trabajar para The New York Herald Tribune. Era un devoto del realismo.

Para el escritor había cuatro premisas para hacer más vivido un relato realista. “Construir el texto escena a escena como en una novela; usar la mayor cantidad de diálogo posible; concentrarse en los detalles para definir a los personajes y adoptar un punto de vista para relatar la historia”.

Famoso por sus impecables trajes de tres piezas y camisas de cuello blanco almidonado relató una anécdota con Muhammad Ali. “Compartí cinco días con él y contestó a todo, a nada. La diferencia la hicieron los detalles: las conversaciones de su corte de acompañantes, los aduladores, la noche en que desapareció de un club nocturno y nos dejó con una cuenta sideral para pagar…”.

El Nuevo Periodismo es una corriente periodística que cuenta la realidad desde la literatura con técnicas narrativas propias de la ficción, pero siempre respetando los hechos.

En 2013, el diario español ABC entrevistó al autor de Bloody Miami:

—¿Y cómo se las arreglaría el Tom Wolfe periodista en la actualidad?

—Sería complicado. Cada vez es más difícil, porque cuesta más hacerse un nombre. ¿Sabría decirme el nombre de los cinco mejores escritores de blogs? Pues ahí está la respuesta. Además, ahora todo el mundo quiere hacer lo mismo: escribir para la televisión y hacer los guiones de «Los Simpson». Y yo, la verdad, no quiero tomar parte de algo en lo que no puedo ser nombrado o identificado. Es vanidad, sí, pero la mayoría de la gente que escribe no lo hace por dinero, sino para hacerse un nombre. Y eso es de lo que realmente se trata. Es como en la música: ¿quieres hacer música o quieres ser una estrella?