El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, será presidente del Gobierno una vez que la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha confirmado que el actual jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no va a dimitir.

Por ello, este viernes, en la votación de la moción de censura, con el apoyo del PNV tras la promesa del líder socialista de respetar los Presupuestos aprobados hace una semana, Sánchez ganará el trámite y habrá logrado lo que buscaba junto a todos los partidos separatistas, “echar a Rajoy de la Moncloa”.

La también secretaria general del PP ha asegurado que Rajoy no va a dimitir porque eso no garantizaría al PP seguir en el Gobierno. Ha salido así al paso de los rumores sobre esa dimisión que, ha dicho, buscan “tapar la vergüenza” de los que han provocado una situación como la que va a vivir España, con un Ejecutivo de Pedro Sánchez que “no sabemos en qué pactos se fundamenta” ni cuál es su programa de gobierno.

Cospedal ha dicho que el Gobierno que encabezará Sánchez cuando gane la moción de censura “no responde al interés de los españoles” sino “exclusivamente, a sus intereses personales y partidistas” y ha explicado que si el propio Rajoy pensara que su dimisión fuera buena para el interés general de España o el PP haría “lo que fuera menester” pero que la aritmética parlamentaria actual impediría investir a otro presidente del PP.

Los presupuestos animan al PNV

Antes, los ojos estaban puestos en el PNV hasta que su portavoz, Aitor Esteban, confirmaba que sus cinco diputados votarían a favor de Sánchez y en contra de Rajoy. Así lo señalaba después de hablar del interés partidista del PSOE en la moción de censura, de lo difícil que puede ser gobernar en las actuales circunstancias y de la futura posición de los socialistas con las cuestiones vasca y catalana.

Lo ha justificado en la relevancia jurídica de la sentencia del caso Gürtel, en el “antes y el después en la sociedad” tras conocerse y en que el PNV no sería tan determinante como se presentado en los medios, pero ha sido determinante la promesa del candidato socialista de que mantendría los Presupuestos Generales del Estado. Los nacionalistas vascos no pierden de esta forma lo obtenido en su negociación con el PP.

Esteban ha confesado que el PNV ha tenido que tomar una decisión difícil por culpa de los cuatro grandes partidos de ámbito nacional que llevan meses provocando “tsunamis” y demostrando su incapacidad de acuerdo. Ha explicado que un voto negativo del PNV no habría aportado mas estabilidad, sobre todo cuando se prevé que siga “el goteo” de noticias de los tribunales.

Ha hecho especial hincapié al líder del PSOE en que le espera una situación complicada con solo 85 diputados, con un Podemos que le va a poner las cosas difíciles, un Cs que estará en “tensa espera electoral” y las “hostilidades” del PP: “Esto se va a convertir en un pim, pam, pum continúo”.

Finalmente, ha pedido a Sánchez que emprenda el camino del diálogo para solucionar la cuestión territorial reconociendo que “existe un problema nacional en algunos lugares del Estado”, pero que los cambios legales que piense acometer sean consensuados también con el PNV.