Fue a principios de los sesenta, cuando el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, dejó que la protagonista de su nueva película muriera pasados apenas cuarenta minutos del filme, en una escena que iba a revolucionar al séptimo arte. Alexandre O. Philippe, un cinéfilo irredento, disecciona aquellas 78 tomas de cámara y 52 fragmentos de Psicosis, que supusieron un golpe de efecto narrativo y un elogio a la brutalidad hecha sugerencia.

“Está llena de detalles que la convierten en una especie de muñeca rusa, con detalles que esconden otros detalles. He estado tres años con este documental, y creo que haré una segunda parte”, dice el cineasta suizo en entrevista para el diario El País, después de presentar en el festival de Sitges, “78/52. La escena que cambió el cine”, documental que analiza de manera minuciosa la secuencia de la ducha que mostro en la pantalla una violencia, y un nivel de horror, jamás vistos hasta entonces.

“Este documental de 91 minutos se acerca de una manera sin precedentes a la combinación única del genio (el de Hitchcock), arte, técnica e influencia posterior de esta extraordinaria secuencia que ha sido objeto de todo tipo de homenajes cinematográficos, literatura o ensayos que la han hecho formar parte del imaginario colectivo”.

A decir de Philippe, este trabajo apoyándose en expertos y académicos así como en directores como Peter Bogdanovich o celebrities como Elijah Wood, es una forma de mostrar la secuencia clave que marco el final de los inocentes 50 y el principio de los agitados 60, una década en la que saltaron por los aires muchas de las convenciones artísticas y sociales que revolucionaron el mundo: “los expertos dicen que la gran revolución del siglo XX no fue la política sino la doméstica por cuánto cambió radicalmente la relación entre generaciones y sexos, Hitchcock renovó el cine al plantar al enemigo en el mismo cuarto de baño”.

Películas como La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) o Halloween (John Carpenter, 1978) no habrían sido posibles si no hubiera existido antes Psicosis, considera Philippe, pues asegura que la escena de la ducha fue un parteaguas al cine de terror tal como lo entendemos hoy.

“Veo La matanza de Texas y siento mucho miedo, pero no es exactamente una experiencia agradable. La idea de que vivimos en un mundo en el que existe tanto mal es perturbadora. Hasta entonces el enemigo había sido exterior, pero a partir de ese momento la idea es que el asesino se puede colar en tu cuarto de baño”.

Por otra parte, Philippe explicó que fue una exconejita de Playboy, Marli Renfro, la doble de cuerpo que apoyo a la protagonista Janet Leigh, a realizar la mítica secuencia; misma que ahora también le ayudo puntualmente a reconstruir la escena.

“Marli nunca había confesado su trabajo en Psicosis. Yo no estaba seguro de si seguía viva y si quería colaborar. Sin embargo, fue encantadora y nos dio un montón de información, como cuando durante siete días solo llevó una pegatina que le tapaba el pubis y que solía caerse para vergüenza de Hitchcock”.