Por Jorge Alonso Espíritu

 

[su_dropcap style=”flat” size=”5″]L[/su_dropcap]madrugada del 28 de junio de 1969, un grupo de policías irrumpió en Stonewall Inn, un conocido pub frecuentado por la comunidad LGBT neoyorquina. La redada tenía como objetivo capturar a miembros de dicho grupo, en un tiempo en que la homosexualidad era ilegal en los Estados Unidos y en buena parte del mundo.

Pero la razia se encontró con la resistencia de los habitantes y visitantes de la Christopher Street, sitio donde se encontraba el bar, quienes atraídos por el escándalo se amotinaron y obligaron a los policías a liberar a los detenidos, extendiendo la resistencia por un par de días y dando origen al Movimiento de Liberación Gay, cuyo primer objetivo fue que gays y lesbianas pudieran reunirse en establecimientos sin ser perseguidos, y su intención mayor, que la comunidad pudiera expresar públicamente su identidad y preferencia sin temor a ser arrestado o violentado. Desde entonces, cada año se realizan alrededor del mundo las llamadas “Marchas del Orgullo”, en memoria de estos acontecimientos, y abanderando los derechos de la comunidad.

De los motines de Stonewall Inn, surgieron algunos liderazgos, siendo el de Marsha P. Johnson, “la Rosa Parks del movimiento LGBT”, uno de los más notorios. Se trataba de un mujer transexual negra, figura popular del ambiente artístico gay neoyorquino, quien después de las redadas fundaría, junto con Sylvia Rivera, la organización STAR: Revolucionarias Activistas Travestidas Callejeras, en donde Rivera funcionaba como la fuerza y Marsha como la autoridad carismática.  

STAR, a diferencia del resto de los movimientos de la época, buscaba ayudar a la parte más marginal de la comunidad LGBT: gente sin hogar, adictos, y transexuales marginados entre los marginados.

Algunos años después, en 1992, el cuerpo de Johnson apareció flotando a orillas del Río Hudson, en los muelles, precisamente, de Christopher Street. Aunque las autoridades declararon un suicidio, muchos, incluidos familiares, amigos y miembros de la comunidad, albergan sospechas de un asesinato de odio, una de las causas de muerte más comunes entre personas trans.

De esta forma el director de cine David France y la activista transexual Victoria Cruz se unen para reabrir, más de 20 años después, el caso de Marsha y descubrir si su muerte fue causada por ella misma o por algún enemigo del movimiento. El resultado es La muerte y la vida de Marsha P. Johnson, estrenado y disponible en la plataforma Netflix, y que sigue, además de la historia de Marsha, el proceso judicial de otros asesinatos transfóbicos.

Aunque el documental se extravía en las intenciones de la dupla, topando con muro en reiteradas ocasiones, France acierta en construir un retrato carismático de Johnson, pero sobre todo, en dirigir las miradas a la figura de Sylvia Rivera, auténtica líder del movimiento y quien en varias ocasiones se convierte en la figura más potente del filme, así como en hacer visible la marginación histórica de los transexuales incluso dentro de los grupos LGBT. (Las palabras de Rivera en una Marcha del Orgullo es una las escenas más memorables).

Además, nos recuerda que incluso en una época en que los derechos identitarios han logrado significativas conquistas, como el derecho al matrimonio igualitario en el caso mexicano, la comunidad trans permanece en el aislamiento, siendo una de los grupos más vulnerables de la sociedad.

Así que, si bien, este documental no cumple las intenciones detectivescas que propone, sí es una cinta necesaria para comprender este movimiento, y una buena opción para ampliar la mirada en el contexto de la próxima Marcha del Orgullo, que se celebrará este sábado 23 de junio.

Permanencia voluntaria: Pride

En 1984, durante el gobierno de la “Dama de Hierro”, Margaret Thatcher, los sectores laborales entran en crisis y los trabajadores se rebelan contra las políticas económicas que los amenazan. Así el sindicato minero convoca a una huelga general reprimida por el gobierno de diferentes formas. En junio de ese año, durante la Marcha del Orgullo, un pequeño grupo de gays y lesbianas deciden solidarizarse con los mineros y recaudar fondos para su causa, pero son rechazados al provenir de la comunidad LGBT. El grupo decide entonces ir en persona a un pueblo de Gales a apoyar a los mineros, comenzando una histórica colaboración entre marginales con muchas diferencias, pero con una causa en común.

Divertida comedia sobre la solidaridad, la búsqueda de un futuro con derechos y la resistencia.