En la Ciudad de México, los habitantes han tenido que vivir en un páramo de asfalto y concreto. El espacio público que comparten los casi nueve millones de capitalinos no cuenta con las suficientes áreas verdes, parques y jardines que proporcionen una mejor calidad de vida a las personas. Y si se continúa con el incremento de la actividad inmobiliaria, cada vez habrá menos árboles, plantas, flores y fauna que den oxígeno.
De ahí la importancia del compromiso establecido por la candidata del Partido Verde Ecologista a la jefatura de Gobierno, Mariana Boy, en el sentido de que, si gana esta contienda electoral, establecerá acciones inmediatas que obliguen a los constructores a trasplantar los árboles que pudieron ser afectados durante la edificación de sus construcciones.
Esta propuesta surge con base en los múltiples beneficios ambientales que generan las zonas verdes para los ciudadanos y por ello es necesario revertir los porcentajes de pérdidas de estas áreas en la capital del país.
Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Ciudad de México ha perdido los hábitats naturales que conservaba y por ende también se han extinguido o disminuido los animales que antes podían ser observados en bosques y parques.
La Conabio explica que en la capital no hay ni la mitad de áreas verdes por habitante que establece la OMS, ya que no alcanzan ni cinco metros cuadrados de áreas verdes por persona, mientras que la recomendación de esa organización internacional señala que en toda zona urbana debe existir, al menos, una superficie de nueve metros cuadrados de áreas verdes. Incluso existen otros organismos que aconsejan que las zonas verdes y de recreación estén a una distancia no mayor a 15 minutos a pie de los hogares de las personas.
Por su parte, el Instituto de Geografía de la UNAM destaca que a diferencia de la Ciudad de México, en grandes metrópolis sí se crearon áreas verdes pensando en la cantidad de habitantes. Tal es el caso del Plan Regional de Nueva York, donde se postuló que fueran once metros cuadrados por persona.
La Semarnat afirma que en la Ciudad de México, además de los pocos espacios verdes, los que existen enfrentan abandono y deterioro, en los que urge un plan de rescate, pues son esenciales para elevar la calidad de vida. Esta dependencia federal considera que hay ocho parques emblemáticos en la ciudad, como el Parque Tezozómoc, Parque España, Parque México, Parque Hundido, Parque Villa de los Venados, Alameda Central, Viveros de Coyoacán y Alameda Santa María, los cuales por su número de árboles y riqueza de especies son un verdadero patrimonio.
Sin embargo, hay más de diez parques y bosques, no menos importantes que los anteriores, pero que son espacios deteriorados que requieren urgentemente saneamiento y protección. Se trata de las Alamedas del Norte, Sur, Oriente y Poniente, así como el Parque Ecológico de Xochimilco, Loreto y Peña Pobre, en Tlalpan, y el Bosque de Nativitas en Xochimilco.
Como vemos, el panorama de las áreas verdes en la Ciudad de México es preocupante.
Secretario general del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México.