Ricardo Muñoz Munguía

El significado al escuchar el nombre de Nahui Ollin llegan los aspectos donde el erotismo es una bandera de inacabado viento, es luz fija en la belleza, es pintura destacada en el verde del autorretrato, es cultura de rumbos nuevos en México, es arte latente. También, sin duda, es referencia al Dr. Atl, a la poesía, al feminismo que convocaba/provocaba la equidad y la igualdad frente a los hombres pero sobre todo, con estos elementos, al progreso de México.

María del Carmen Mondragón Valseca, a quien se le conoce mejor como Nahui Ollin (Tacubaya, México, 8 de julio de 1893-23 de enero de 1978), tiene una figura comprendida principalmente por lo mencionado aquí pero entrar en su rostro de ojos verdes es un viaje hondo a la figura de Nahui Ollin. Para ello, el Museo Nacional de Arte promueve una exposición que, bajo el concepto de Tomás Zurián y la adaptación curatorial de Mariano Meza, ubica a la artista en su historiografía. Y precisamente Zurián afirma sobre Ollin, que tener el acercamiento a esta exposición es “descubrir un universo inédito, inesperado, extraño, complejo, fascinante, y en la medida en que lo vamos entendiendo, infinitamente bello. Redescubrirla implica penetrar en un amplio espectro crítico que nos permite admirarla, ponderarla, venerarla y cuestionarla, todo cabe en el ilimitado universo de esta singular mujer que arribó a este mundo para agitar sus valores éticos y estéticos”.

Nahui Olin. La mirada infinita, está desde el 15 de junio y hasta el 9 de septiembre de 2018 en el Museo Nacional de Arte (Munal). Son cuatro módulos en que se divide esta exposición. Carmen Mondragón y la síntesis plástica, donde, por supuesto, es todo su involucramiento con el arte plástico; Nahui Olin: La ciencia como utopía moderna descata su interés por la ciencia, además de su relación con el Dr. Atl; El cuerpo como expresión inmanente es donde se realza su belleza en la que participó con otros artistas y; por último, La materialización del recuerdo es el acercamiento a la cotidianidad de su tiempo.

Sin duda, una exposición que, como lo señala Sara Baz, directora del Munal, “que trascienda aquella percepción, donde Nahui Olin crezca ante nuestros ojos y nos confronte directamente con los suyos a través de varias de sus facetas artísticas”.