El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que España obtendrá más recursos económicos de la UE para cooperar con los países origen y tránsito de la inmigración ilegal, tras sus reuniones con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Sánchez avanzó ese incremento de recursos en un intervención en el Congreso para informar de la posición que mantendrá en el Consejo Europeo que comienza mañana jueves en Bruselas, y que incluye en su agenda la forma en la que se ha de afrontar el problema migratorio.

El jefe del Ejecutivo consideró la inmigración como un “desafío inaplazable” para la UE que requiere respuestas comunes.

“No hay atajos desde la actuación unilateral de los estados. Falta empatía y sobran actitudes demagógicas para enfrentar este fenómeno”, resaltó.

Sánchez se refirió también al aumento de llegada de inmigrantes a las costas españolas durante el presente año y destacó el papel “estratégico” de Marruecos en la lucha contra este fenómeno.

En ese contexto, consideró esencial que haya más recursos para la política migratoria en los próximos presupuestos de la UE y anunció más dinero comunitario para España.

“Les adelanto -dijo- que después de las conversaciones con Merkel y el presidente de la República francesa, España obtendrá más recursos para reforzar el diálogo bilateral con los países de origen y tránsito”.

De la misma forma, aseguró que España asumirá sus responsabilidades ante el movimiento de inmigrantes entre estados miembros después de la presión que han sufrido algunos países como Alemania porque, insistió, hay que entender los problemas ajenos como propios.

Sánchez defendió que la UE actúe en todo momento respetando los derechos humanos y la dignidad de las personas, en cuyo contexto enmarcó la actuación de España ante la acogida del buque Aquarius.

“Fue una llamada de atención. Un aldabonazo en mitad del silencio de quienes deciden mirar hacia otro lado”, añadió antes de informar de que de las 630 personas que viajaban en ese barco, 274 han pedido ser acogidas en Francia.

También apostó por la necesidad de abordar la reforma del sistema europeo común de asilo pero teniendo presente siempre que la inmigración irregular requiere de un tratamiento distinto del de los refugiados.

Además, apoyó el reasentamiento como vía ordenada para la llegada de personas que precisan de protección internacional y la asunción de los compromisos adquiridos para la reubicación de los refugiados.

La reunión del Consejo Europeo de mañana tuvo como antesala la cumbre informal sobre inmigración celebrada el pasado domingo en Bruselas, en la que se reunieron los líderes de Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Austria, Bulgaria, Malta, Bélgica, Holanda, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.

El encuentro se cerró sin ningún acuerdo concreto o declaración conjunta sobre el papel, pero la impresión compartida fue que sirvió para intercambiar posturas y avanzar en la búsqueda de consenso.

Ese consenso gira en torno a tres pilares: la necesidad de trabajar más con los países de origen y tránsito de la inmigración, mejorar la protección de las fronteras exteriores, y reformar los procedimientos de asilo, entre otras cosas, para atajar la migración secundaria por la que los demandantes de protección se trasladan de un país a otro en la UE.