Javier Vieyra y Jacqueline Ramos

Al filo de las elecciones federales del 1 de julio, la sociedad mexicana se encuentra en un momento de extraordinario dinamismo; naturalmente, participa de este ambiente un definido sector intelectual que se pronuncia en diferentes vertientes acerca de los candidatos, el proceso electoral y el sistema político mexicano en general. Recientemente y a través de sus redes sociales, Enrique Krauze, connotado historiador, hizo un llamado a la ciudadanía para que divida su voto y evite que el próximo presidente tenga mayoría en el Congreso.

En el marco de la tendencia que muestran las recientes encuestas a favor del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, Krauze resaltó la importancia del equilibrio de poderes en la democracia y la libertad y posicionó el poder absoluto como su contrario. Desde su emisión, la propuesta ha desatado una vorágine de polémicas, y una aprensiva respuesta por parte del aspirante presidencial implícitamente aludido, que no ha cesado, ni dejado de abrir diversos frentes de debate y dado cabida a numerosas expresiones neutrales, a favor y en contra por parte de diferentes  personalidades.

Sin embargo, vale decir, estas posturas, por diferentes que sean, encuentran congruencia en la visión de quien las emite gracias a su lectura del panorama político y social mexicano.

Democracia adolescente

En entrevista exclusiva para Siempre!, el prestigioso escritor poblano Pedro Ángel Palou explica que en gran medida la sociedad mexicana se encuentra dividida por la propia dinámica de las campañas políticas, sin embargo es imposible pasar inadvertido que la enorme mayoría se encuentra en un estado en que el hartazgo ha sido sustituido por un enojo que raya en la ira:  ”esta sociedad iracunda viene de soportar demasiado y de sentir que hay un contrato social que se ha roto. Hemos tocado fondo”, declara el autor de La profundidad de la piel.

Ante esta situación, Palou indica que los mexicanos “votarán con las vísceras”, y ello se verá aunado a una constante desconfianza en las instituciones electorales por parte de los ciudadanos; para el escritor, el peor horizonte que podría visualizarse es un resultado cuestionable y una elección judicializada.

“Estamos en una una democracia adolescente, pero al fin y al cabo democracia. Nos ha costado mucho, económica y socialmente periodo que empezó en el año 2000. Debemos apostar por salir a votar confiados en nuestras instituciones. El miedo infundado  al «este arroz ya se coció» o al «para qué voto si va a haber fraude» le hacen mucho daño al proceso electoral mismo”.

Aunque para Palou el electorado se podría clasificar también entre dos mitades: la que apuesta por la continuidad y la que opta por otro modelo de desarrollo, todos los candidatos cargan lastres que les impiden una auténtica identificación con la ciudadanía: “Meade no se ha podido quitar la sombra de Peña; Anaya, la sombra de su propia corrupción y traición; López Obrador alianzas inaceptables como la del PES y que hacen pensar que lo que busca es una refundación del PRI con el nombre Morena; el Bronco es una mala broma del tribunal electoral”.

Ni voto dividido ni voto unitario

Profundizando en su concepto del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia , el autor de Pobre patria mía. La novela de Porfirio Díaz considera que López Obrador capitaliza doce años de campaña y el enojo de gran parte de los mexicanos y algunos nombres en su propuesta de gabinete mitigan el riesgo una presidencia autoritaria, sin embargo, el manejo vertical de Morena, que tienen en las supuestas encuestas para las candidaturas su mejor expresión, y la nula aceptación de la crítica y la realización de autocrítica representan el aspecto más negativo del proyecto del tabasqueño.

“Me da pavor el recelo de López Obrador por la sociedad civil y su apuesta por una asamblea del pueblo de la que él es el vocero principal. No se puede gobernar por medio del plebiscito. Para eso la democracia representativa. Y si no, veamos el brexit como antiejemplo. Ni siquiera la Comuna de París pudo durar más de unos meses”.

Para el ganador del Premio Nacional de Historia Francisco Javier Clavijero en 1998, es urgente que México deje de pensar en candidatos mesiánicos o salvadores, pues la solución a las problemáticas nacionales se encuentran en un nuevo constituyente, un nuevo pacto social; por lo que el candidato idóneo sería quien pensara en sí mismo como un presidente de transición y favoreciera esos procesos, “sin mínimos comunes múltiplos”. Acerca de la invitación que realizó Krauze, Palou muestra una posición respetuosa y neutral al respecto.

“No debemos llamar ni al voto dividido ni al voto unitario, ni al carro completo, ni a la ingobernabilidad. La gente votará con su conciencia. No creo que nadie tenga mayoría absoluta en el Congreso ni que Morena se lleve seis de las nueve gubernaturas. Esto es desconocer el papel de los partidos tradicionales en la promoción del voto y en sus votantes duros. Por otro lado, las elecciones se ganan el día del voto, no antes, no con las encuestas. Mucho depende de la capacidad de llevar a votar, de la organización misma. Me encantaría ver un sesenta o sesenta y cinco por ciento del padrón votando, pero se que habrá también mucho inútil abstencionismo”.

2018, punto de inflexión

Respecto a la reacción irritante que López Obrador tuvo para con las palabras del miembro de El Colegio Nacional, Palou asevera que, en caso de ganar la presidencia, el exjefe de gobierno deberá aprender a convivir con la prensa crítica y con la clase intelectual pensante cuyo deber es cuestionarlo.

“La oposición tiene un papel central en las modernas democracias. Necesitamos reconstruir el país, es cierto, pero no con la fe ciega en un líder, sino con la construcción de consensos políticos”.

Al concluir la conversación, Palou dibuja en sus palabras un sentido de optimismo respecto al futuro mexicano.

“Cuando se toca fondo no hay otra que salir del agua para respirar y agarrar aire. El 2018 es un punto de inflexión. Va a haber cambios fundamentales en México, cambios que son impostergables. Y es labor de los ciudadanos y de la sociedad civil acompañar ese proceso con seriedad y responsabilidad. Con crítica a los excesos de poder y con apoyo a los aciertos“.

Rancia y violenta, la reacción de AMLO: Jorge F. Hernández

“México a veces parece un cuerno de la abundancia, a veces el sillón de un psicoanalista”. Con estas palabras el creador de La emperatriz de Lavapiés define a su patria que ha visto a la distancia a través de una mira telescópica: México se ve diferente a lo lejos, aunque no de manera positiva porque lo trascienden fronteras entre la sangre y la violencia. El colaborador de El País observa que si algo permea en la sociedad es el hartazgo de la corrupción y el servicio público como un botín político y de beneficio personal, pero también ve en las elecciones del 1 de julio una salida nacional que hay que defender unidos sea cual sea el resultado.

Respecto a la propuesta de Enrique Krauze, Jorge F. Hernández  defiende el derecho de opinar del autor de El pueblo soy yo, y considera “rancia y  violenta” la reacción del candidato y los simpatizantes de la colación Juntos Haremos Historia: “Enrique habla desde la experiencia, pertenece a la generación del 68, su voz, como en su momento la de Carlos Fuentes, Octavio Paz o Carlos Monsiváis, lo que hace es provocar respuestas y  abrir debates, significa pensamiento e ideas puestas en la tinta, no en el lomo; hay que abrir la balanza”, concluye.

(Escritor y periodista)

 

Krauze infantiliza al ciudadano: Marcos Daniel Aguilar

Para el autor de La terquedad de la esperanza, la propuesta de Enrique Krauze puede visualizarse desde dos perspectivas.  La primera de ellas es que este tipo de expresiones son sanas en términos democráticos,  aunque la división de poderes, asegura, se encuentra construida para evitar las concentraciones de poder, además de otras esferas que intervienen dentro de la unión del pacto social del Estado mexicano y que generan otros juegos políticos y dinámicas.

Por otro lado, Aguilar considera que es impositivo que Krauze “infantilice” a los ciudadanos, pues parece que el historiador considera que los electores no votarán racional o conscientemente. “Llamar o hacer un llamado para que las personas lo emulen me parece un error que no cabe en la figura de un intelectual como es Krauze”.

(Escritor y académico)

El riesgo de una hegemonía es débil: Reynaldo Ortega

Reynaldo Ortega Ortiz explica desde la perspectiva académica que el riesgo de una hegemonía, de confirmarse las tendencias reflejadas en las encuestas el 1 de julio, es ciertamente débil, pues una de las consecuencias de la actual configuración del sistema electoral mexicano es tener presidentes sin mayoría en el Congreso; ello se encuentra comprobado en los sexenios de Fox, Calderón y Peña. Sin embargo, el doctor en ciencia política considera que todo se encuentra en manos de los ciudadanos. Ortega puntualiza que el sistema político mexicano es muy plural, y por naturaleza siempre lo será, además de los muchos cargos que se encuentran en juego.

(Profesor-investigador de El Colegio de México)

Propuesta de Krauze reveló al verdadero AMLO: Julio Hubard

Desde la poesía, Julio Hubard habla del miedo. “La democracia que tanto queríamos puede tener como consecuencia la elección de un demagogo”, advierte. El autor de También soy escritura. Octavio Paz cuenta de sí, define a todos los candidatos como un producto del sistema político inventado por el PRI, todos sospechosos de la corrupción. Sin embargo, puntualiza, la sociedad mexicana debe entender que al elegir a un presidente no se escoge a un jefe, sino a un servidor público. Considera que la invitación de Krauze a dividir el voto es una idea elementalmente democrática y sensata y que, además, logró mostrarnos al verdadero López Obrador, “alguien que pretende establecer una especie de monarquía sexenal y con un movimiento completamente antiliberal”, determina el poeta.

(Escritor)