Enfrente de la Alameda Central de la Ciudad de México se encuentra un edificio de fachada barroca, revestida de tezontle y sobre la puerta de entrada un nicho labrado con la imagen de Santo Tomás, este es el Hotel de Cortés, o como hace se le ha conocido por varias décadas, ya que a finales de año, después de un intenso trabajo de remodelación y rehabilitación, será convertido en uno de los mejores museos de arte de México, el Museo de Arte Kaluz.

Según información del diario El Universal, el proyecto se pensó desde el 2013, cuando la fundación del Valle adquirió el inmueble con la idea de realizar el museo, no obstante fue hasta este año, que Antonio del Valle, empresario mexicano a cargo de la petroquímica Mexichem y la financiera Kaluz, dio luz verde para la transformación del recinto que fue construido a estilo colonial a finales del siglo XVI.

El empresario explicó que se trata de revalorar el edificio que es verdaderamente hermoso; sin embargo, declaró, que ha estado muy olvidado, pues era un hotel que ya no generaba nada productivo: “estaba muy mal construido, tenía humedad por todas partes y los clientes no venían”.

Agregó que será un centro cultural adaptado de tal forma que albergue obras coleccionadas por Del Valle y que van de distintos géneros como paisaje, bodegones, retratos y escenas costumbristas del siglo XIX y XX. Además manifestó que la remodelación del histórico edificio es la primera parte de revitalización en la parte norte del parque de La Alameda, lo que aportará un esplendor renovado al centro histórico de Ciudad de México.

“El objetivo también de la fundación cultural es ayudar a nuevos artistas, no solo pintores y escultores, sino también literatura y música”.

El proyecto cuenta con la aprobación de la Coordinación de Monumentos Históricos del INAH, por que lo que trabajan arqueólogos especialistas que han llevado a cabo trabajos del salvamento arqueológico que, además de recuperar materiales y estructuras arquitectónicas antiguas que les ha permitido replantear la historia del edificio. Entre las piezas recuperadas se encuentran figurillas religiosas, monedas del siglo XIX, así como una fuente del siglo XIX que se ubica en el patio central.

El todavía reconocido como el Hotel de Cortés, funcionó como hostal desde 1620, se le considera el primer hotel de América, en él se daba asilo a los viajeros y misioneros que se dirigían a las Filipinas, en su travesía; la Ciudad de México era un lugar de descanso antes de seguir hacia Acapulco donde se embarcarían hacia el continente asiático.

Para el año de 1780 los frailes agustinos modificaron el edificio con las características que hoy sigue conservando, nombrándolo como La Hostería de Santo Tomás de Villanueva. Funcionó como albergue temporal de los frailes hasta que fueron expulsados del país al término de la Independencia de México.

Aunque no se tiene claro que fue de este edificio en el siglo XIX y principios del siglo XX, se cree que fue convertido en vecindad y según Rosalía Valdés, hija del célebre cómico Tin-Tan, asegura que su padre nació bajo el techo de éste majestuoso edificio. Entrado el siglo XX pasó a ser conocido como el Hotel de Cortés.

Tras su remodelación en 2008 el edificio mezcla lo más novedoso de la arquitectura moderna con la tradición colonial. También cuenta con una ubicación privilegiada: a unos pasos se encuentra la Iglesia de San Hipólito, El Palacio de Bellas Artes, el museo Franz Mayer, el MUNAL, el Palacio de Correos y muchos más lugares de interés turístico y cultural.