Martha Tagle

El comercio internacional es una herramienta que permite el intercambio de mercancías de acuerdo a las ventajas comparativas de cada país, generando un mayor desarrollo de las naciones con una economía abierta al comercio internacional.

El primero de enero de 1995 se creó la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el objetivo de eliminar todas las barreras al comercio mundial y permitiendo a todos los países beneficiarse de manera eficiente con bienes cuyos costos de oportunidad son menores. Para el caso de nuestro país, la etapa neoliberal comienza con la adhesión al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) y se formalizó el primero de enero de 1994 con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El TLCAN, es considerado uno de los tratados más importantes a nivel mundial por su valor comercial entre los países miembro, tan sólo durante 2017, México importó $204,331 MDD y exportó $338,356 MD, lo que representó el 82 % del total de las exportaciones y 48 % de las importaciones.

El comercio internacional, así como el TLCAN se encuentran en riesgo derivado de las políticas implementadas por el presidente de EUA, Donald Trump, ya que a partir del primero de junio se aplicarán aranceles del 25% y 10% al acero y aluminio respectivamente a sus principales socios comerciales como lo son los países pertenecientes a la Unión Europea, México y Canadá.

Lo anterior ha provocado una guerra de aranceles, ya que los países que se han visto afectados han aplicado sanciones similares a las establecidas por nuestro país vecino, así como medidas de salvaguardia para proteger a las industrias que se verán afectadas por estas políticas comerciales, tan sólo México ha aplicado aranceles similares a los establecidos por el gobierno de Trump como a los aceros planos, embutidos y diversas frutas. La política del ojo por ojo, en la que los consumidores y productores de ambos países terminan siendo los más afectados.

Las agresiones constantes por parte Trump parecen ser de carácter demagógico y nacionalista, ya que a pesar de que EUA mantiene un déficit en su balanza comercial que representa aproximadamente 3 % del PIB de ese país, de acuerdo con la teoría de comercio internacional, este se ve beneficiado ya que los bienes y servicios adquiridos provocan una mejora en el consumo e inversión apoyando el crecimiento económico.

En el caso particular de nuestro país, la relación con EUA se vio deteriorada desde la invitación que realizo el Lic. Enrique Peña Nieto al entonces candidato Donald Trump, ya que las agresiones hacia México desde ese momento han sido constantes. Ello dejó a nuestro país en una condición de debilidad para las negociaciones del TLCAN, y el ánimo proteccionista de Trump nos colocó en una guerra de aranceles, que, de no haber otros países afectados, México no saldría bien librado.

Por lo anterior será necesario que el Senado de la República revise en caso de lograr las negociaciones, el nuevo TLCAN, defendiendo en todo momento la industria local y revisando a fondo cada apartado para así no repetir el mismo proceso legislativo “fast track” que se le dio en la ratificación del Tratado Transpacífico (CPTPP). Pero además, deberá asumir un papel más activo como contrapeso en el siguiente sexenio en materia de política exterior.

*SENADORA POR LA CIUDAD DE MÉXICO

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