“Vade Retro”, Donald Trump. Un magistrado de San Diego echó atrás la orden del mandatario estadounidense de separar a los niños de sus familias y declaró el inmediato restablecimiento de la situación. Lo más curioso fue que quien peleó por revocar la tolerancia cero del magnate inmobiliario fue la Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU), un sindicato bien organizado pero no el gobierno mexicano o las ONG´s internacionales, a los que Trump claramente ha hecho a un lado.

De esta manera, la ACLU hace una demostración de poder sobre uno de los gobiernos más duros que ha tenido Estados Unidos y abre un desafío directo a la Casa Blanca ante las decisiones tomadas contra la migración; una de las políticas que más daño le ha hecho a la actual administración.

Ahora, Trump tendrá que obedecer la orden cautelar y deberá permitir la reunión de los niños con sus padres antes de 30 días y facilitar la comunicación telefónica entre ambos antes de 10 días. Sólo se mantendrán retenidos a aquellos migrantes que sean sospechosos de antecedentes penales y que puedan ser potenciales peligros para el menor.

“Los actos presentados ante la Corte muestran una forma de gobernar reactiva, que da respuesta a una circunstancia caótica creada por el propio gobierno”, afirmó el juez federal Dana Sabraw. Asimismo, sostuvo que el derecho a la integridad de la familia está protegido por la Constitución, por lo que se deduce que separar a las familias y aplicar la ley en la frontera son cosas distintas. Establece también que se debe garantizar el derecho a permanecer juntos no afecta en absoluto a la capacidad el Gobierno para proteger las fronteras de Estados Unidos.

Al menos 1,778 niños siguen separados desde mayo y mediados de junio. Hasta el momento, 522 menores han sido reunidos con sus padres. Algunos de los progenitores detenidos ya han sido deportados sin sus hijos. Las cosas se complican porque muchos de los niños no tiene edad suficiente para saber los apellidos de sus padres o su procedencia. La ley cautelar establece que esta situación deberá normalizarse antes de 30 días.

“No se puede discutir que el Gobierno no estaba preparado para la llegada masiva de niños separados. No había medidas para asegurar la comunicación entre las agencias gubernamentales responsables de detener a los padres y las responsables de alojar a los niños, ni para facilitar la comunicación entre padres e hijos. No había plan de reunificación, las familias llevan meses separadas”. dijo el juez.

Asimismo, explicó que el fiscal general, Jeff Sessions, incumplió su promesa de no separar a las familias que entraron a pedir asilo legalmente a través de los puestos fronterizos.