Uno de Bogotá, otro de Medellín, ambos de Colombia. Uno con una mayoría de canciones de corte melancólico, el otro un compositor hedonista que canta al placer. Ambos con una ya larga trayectoria que los posiciona como destacados representantes de la canción de autor colombiana. Pala y Andrés Correa se encuentran en México para celebrar su disco “Socios ociosos”, que crearon juntos, de manera paralela a sus carreras independientes hace 10 años, y visitaron la redacción de Siempre! antes de arrancar su gira en el país.

-Los dos vinieron el año pasado. ¿Cómo los ha tratado México? 

Correa: Creo que México nos ha tratado bien, no sólo a nosotros sino que creo que es el país que mejor trata a los artistas de Hispanoamérica. Pensé que era un mito urbano, pero el año pasado en el Trovafest lo comprobé. El espíritu de esta visita es devolver ese recibimiento. Vamos a ganarnos eso.

Pala: Coincido completamente con Andrés. Quedan muy poquitos lugares donde la música que nosotros hacemos se pueda encontrar con esa reciprocidad de la gente.

-Hablando de música, ¿cuál es el primer contacto que tuvieron con el país?

Pala: En mi caso particular, el primer contacto que tuve con la música mexicana fue en la tienda que mi padre tenía en el pueblo. Una zona muy fría en los Andes colombianos. Enfrente de la tienda había una cantina donde sólo se escuchaban rancheras y corridos. Entonces yo crecí escuchando esa música. Hace parte de mí infancia junto con el tango.

Correa: Casi ni nos cuestionamos por México porque nosotros somos México. Sus artistas son nuestros artistas.

Pala: Es decir que todos crecimos, aparte con la televisión, con el cine que es importante… con el Chavo. Yo me vine a enterar aquí que los mexicanos no eran extraterrestres porque comían torta con jamón. Torta para nosotros es una cake de cumpleaños, y a mí me parecía rarísimo que el Chavo comiera torta con jamón, pero era una cosa que ahí ocurría y que para mí era normal cuando estaba pequeño. Hay una vitalidad en el asunto cultural en México que siempre nos ha permeado.

-¿Como surge su colaboración? 

Pala: Fue como un juego inicial. Estábamos explorando en Bogotá, hace poco más de 10 años, las formas tradicionales del verso fijo en español: la décima, la cuarteta, los sonetos, y entonces nos tirábamos una cuarteta, Andrés me respondía, yo le mandaba otra, y al final nos dimos cuenta que había un material, que a Andrés se le ocurrió publicarlo. El disco escrito fue hecho a cuatro manos, pero el disco es un mérito de Andrés que lo produjo.

-A diez años, ¿se siguen reconociendo en ese disco?

Correa: No sólo pasa con este disco, sino con toda la obra que haga un músico o un escritor, bueno o malo: siempre se está repensando y proyectando algo al futuro. Yo me sigo reconociendo en la búsqueda. Pala después de esto siguió haciendo sonetos y ha publicado ya dos libros de poesía, y yo sigo siendo un principiante de los sonetos. Yo me sigo reconociendo en la figura del aprendiz. Hay cosas de los sonidos que los dos hemos abandonado. Siento que esto fue el último intento rockero de Pala, por ejemplo.

 

Qué significa para ustedes…

-El cielo

Pala: Esto que está ahí, no hay mas. El día de hoy. Como dice la canción del disco.

-La fama

Correa: En mi caso, un espejismo, y algo que está descartado. Siento que en algún momento existió esa posibilidad y ahora pasa algo muy bonito, tal vez porque somos mayores o lo que sea, y porque nos ha tratado bien la vida, hay como cierta tranquilidad.

-Colombia

Pala: Es una adolescente insoportable. A veces la adoro y a veces la quiero abofetear.

-Álvaro Uribe

Correa: Es un personaje nefasto, pero también nefasto en cuanto no es único, es decir tiene un montón de caras en todo Latinoamérica. Vemos como estamos siendo llevados hacia la polarización. En todos los países a los que vamos ya nadie vota por un candidato, sino en contra de un personaje que se asoma. Y más que el dolor como colombiano siento que hay una vuelta a la oscuridad en todo el mundo, y él la significa claramente para mí.

-Gustavo Petro

Pala: Gustavo Petro encarna la búsqueda de una gran cantidad de colombianos, la esperanza. Habiendo dicho eso, también encarna una esquina preocupante en cuanto a que se refleja en él algo muy similar a su opuesto; los opuestos terminan encontrándose. Jamás compararía a Alvaro Uribe con Petro, pero en cuanto a valerse del sentimiento para ganar el voto, me preocupa. Creo que es un personaje imprescindible para la política colombiana.

-Humberto de la Calle

Pala: Es el ejemplo del hombre al cual un país le queda pequeño. Es más de lo que el país se merece. Pero en virtud de su creencia y de su consecuencia con los principios políticos de la democracia, traiciona y sigue cosas tan atroces como afiliarse al Partido Liberal, que puede ser una de las cloacas más vergonzosas del país, lo que termina deslegitimando su trabajo. Es uno de los hombres inolvidables en los últimos tiempos.

-La paz

Correa: Qué bueno que nos preguntes por la paz y no por la guerra. En Colombia el tema siempre fue la guerra. Y por primera vez nos estamos preguntando por la paz. No sé si eso responde la pregunta pero para mi es esperanzador. Así como hablamos de México y la música mexicana, así era la guerra. Nosotros nacimos en la guerra, crecimos en la guerra  y creíamos que íbamos a morir en la guerra.

-El amor

Pala: Es una búsqueda más que un hallazgo. Un lugar mucho menos tranquilo de lo que uno se imagina y afortunadamente es así.

-El vino

Pala: Como todos lo placeres, creo que es un lugar a donde tenemos que estar yendo insistentemente. No para aprender, sino para disfrutar.

-El ocaso

Correa: Es como esa sensación que hay siempre, por lo menos en mi música, de ese momento previo a la oscuridad. Por lo pronto en mi disco, si bien la música es introvertida y tiende a la melancolía, ese ocaso es uno luminoso. Y ahora que vamos hacia el nuestras vidas, espero que nos salga esa metáfora.

-La poesía

Pala: No tengo la menor idea de qué es. Hay tantos que ya lo respondieron en la practica. Y es tan difícil nombrar la poesía sin buscar un lugar común. Para mí es un lugar que visito cada vez que puedo, cada vez con mayor asiduidad. Esto va a sonar demagógico, pero visito mucho la poesía de autores mexicanos.

Correa: Para mí que soy como creyente en cosas, la poesía es el espíritu que habita el arte.

 

-¿Qué es lo que más admira Pala de correa?

Yo de Andrés admiro una cosa desde la primera vez que lo escuché y es una de las cosas más difíciles de encontrar en la creación artística, y es encontrar la poesía en las cosas sencillas. Es una cosa que se tiene o no se tiene.

-¿Cuál de sus canciones te gustaría haber compuesto?

Muchas. “Ana y Andrés” me hubiera encantado escribirla. También me hubiera gustado escribir “Nubes”.

-¿Qué es lo que más admira Correa de Pala?

La claridad. Siento que Pala está como en otra dimensión en muchas cosas. Yo escasamente me gradué del colegio, Pala es médico y se va a graduar de filología, yo nunca encuentro las palabras y él siempre tiene la palabra justa.

-Cuál de sus canciones te gustaría haber compuesto?

Hay muchas, pero “Otra vez” que me parece una canción maravillosa. Bueno, de cada disco hay un par. “Una silla en el bar”, “Bogotá”. Yo que soy bogotano siento si alguna vez se cuenta la historia de la ciudad con una canción, la que debe contarla es la de Pala.

>Pala y Correa se presentan en concierto este 7 de junio en el Foro del Tejedor, de la librería El Péndulo-Roma CDMX, en una gira que incluirá también las ciudades de Queretaro, Guadalajara y León.