El ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dimitido este martes tras la moción de censura exitosa de Pedro Sánchez y ha convocado a la Junta Directiva para celebrar un Congreso Extraordinario con el fin de abrir una nueva etapa en el Partido Popular y elegir a su sucesor: “Es lo mejor para el PP, para mí y para España”, ha manifestado. Ante el Comité Ejecutivo Nacional en la sede de Génova, el ex presidente del Gobierno ha decidido poner punto y final a su etapa al frente del partido, una vez que se elija al nuevo presidente, no así a su militancia: “Quedaré a la orden de quien elijáis”, ha dicho.
En un emocionado discurso, Rajoy ha echado la vista atrás y ha dicho sobre los cargos que ha ejercido en el partido: “Ninguno lo he solicitado y por ninguno he peleado, he estado allí donde me ha pedido el partido”.
Aplicamos el artículo 155 y no hubo independencia de Cataluña. Recibimos lecciones de todo tipo, pero ha sido el Gobierno del @PPopular quien ha garantizado el cumplimiento de la ley y la unidad de España. pic.twitter.com/7Ijn6rIYaq
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 5 de junio de 2018
El expresidente ha agradecido el apoyo y las muestras de cariño recibidas en las últimas jornada, que “no han sido fáciles” para él, según ha reconocido. Rajoy ha dado un discurso donde apenas ha cabido la autocrítica y en el que ha culpado a la posverdad en la manipulación informativa de la sentencia de la Gürtel y a la oposición de Ciudadanos de la caída de su Gobierno. También ha criticado la coalición del PSOE con los nacionalistas y los populistas para desbancarle del poder.
Su gestión de la crisis económica y la del desafío independentista o el fin de Eta han sido algunos de los hitos que ha desatado como su legado político al frente del Ejecutivo.
No obstante, se ha mostrado optimista ante la etapa que se abre en el futuro para el Partido Popular: “Seguimos siendo el primer partido”, ha dicho, “hemos ganado las tres últimas elecciones, tenemos el mayor grupo parlamentario en el Congreso y la mayoría absoluta en el Senado”. Por ello, ha remachado: “no hay motivo para el desánimo”.
