Rachel Pereda Puñales

Fútbol es una palabra sagrada en Alemania. Para la canciller federal Angela Merkel, ese deporte representa una gran pasión, mientras muchos describen a la mandataria como el amuleto de la suerte del equipo.

En diversas ocasiones, los hinchas han expresado: “Nuestro duodécimo hombre es una mujer”. Cuentan que esa estrecha relación de amor entre el balompié y Merkel, surgió desde sus tiempos de estudiante en la Universidad de Leipzig.

Por tal motivo, la jefa de Gobierno germana visita a la selección en torneos importantes y la acompaña como su seguidora más fiel.

Cuando Alemania fue sede del Mundial de fútbol en 2006, asistió a todos los partidos de la reconocida Mannschaft. Su entusiasmo era contagioso cada vez que los suyos anotaban un gol.

Luego del triunfo sobre Argentina, en ese mismo año, la canciller visitó los vestuarios del equipo y fue fotografiada cuando felicitaba a Mezut Ozil, quien solo estaba vestido con una toalla.

En ese contexto, saludó al equipo con un breve discurso y brindó con una cerveza por el triunfo.

“Soy un gran fan de Merkel”, aseguró Ozil.

Asimismo, Bastian Schweinsteiger también recordó durante una entrevista, el consejo ofrecido por la líder conservadora durante la Eurocopa de 2008, luego de su expulsión por empujar al croata Jerko Leko en el minuto 92.

En ese partido, Croacia le ganó 2-1 a Alemania, mientras Schweinsteiger vio la tarjeta roja por la decisión del árbitro belga Frank de Bleeckere.

Luego del incidente, Merkel le dijo al jugador que no debía hacer otra tontería como esa. “Cuando la canciller dice algo, hay que hacerlo”, aseguró el centrocampista.

La mandataria también viajó a Sudáfrica para el Mundial de 2010, el primero con Joachim Low al frente de la selección.

Después llega a la Copa del Mundo de 2014 en Brasil para presenciar la disciplina de la selección germana, la cual se coronó como campeona del mundo.

En la final contra Argentina, Merkel llegó al estadio Maracaná de Río de Janeiro para una vez más convertirse en el amuleto de la suerte de su equipo. Las imágenes de aquel juego decisivo, mostró a la mandataria como la hincha consagrada que es. Su rostro reflejaba la espera ansiosa de un gol.

Muchos recuerdan su emoción luego del saque de esquina de Toni Kroos y la jugada de Benedikt Howedes en el borde del área pequeña. No obstante, el remate del lateral zurdo de Alemania se estrelló contra el poste de la portería defendida por Sergio Romero.

En aquel momento, Merkel creyó que el balón había entrado en el arco y se levantó de su asiento para celebrar un gol equivocado. Cuando se dio cuenta del error, volvió a tomar asiento.

Sin embargo, luego de la tensión pudo festejar el gol de la victoria en el minuto 113, anotado por Mario Gotze, quien salió para sustituir a la leyenda futbolística Miroslav Klose, el delantero con más goles en la historia de los Mundiales, con 16.

Después del triunfo, la imagen publicada en Twitter mostró la alegría de Merkel, junto al entonces presidente federal, Joachim Gauck, el entrenador Low y varios de los jugadores, quienes en esa ocasión dieron a Alemania su cuarto cetro del orbe.

También el delantero Lukas Podolski subió a las redes sociales una foto al lado de quien es considerada la política más influyente del mundo, convertida en la aficionada más fiel en las tardes de fútbol.

Ese 13 de julio de 2014, el portero alemán Manuel Neuer atribuyó el triunfo al factor unidad: “Hemos sido campeones del mundo porque todos estaban plenamente con el equipo, también los que no jugaron, sentíamos su energía”, agregó.

La energía de Merkel, sin lugar a dudas, estuvo todo el tiempo con la selección y mostró como una realidad su condición de amuleto de la suerte.

El exfutbolista inglés Gary Lineker declaró en el Mundial de Italia 1990 que el balompié “es un deporte en el que juegan 11 contra 11 durante 90 minutos y al final siempre gana Alemania”.

Más allá de las opiniones encontradas, lo cierto es que la selección germana muestra su protagonismo en el mundo futbolístico, y se renueva para dar paso a las nuevas generaciones, en sus aspiraciones por reafirmarse como campeona mundial en Rusia 2018, del 14 de junio al 15 de julio.

Recientemente, Merkel se reunió con las autoridades del fútbol y posó con una camiseta que llevaba su nombre y el número cuatro en la espalda. La cifra es significativa porque Alemania ganó el Mundial cuatro veces y la canciller venció en cuatro elecciones.

La selección alemana, que defenderá el título en este mes de junio, integra el Grupo F junto a México, Suecia y Corea del Sur.

En esta ocasión, también cuenta con el apoyo de su “amuleto de la suerte”: ese amor inquebrantable entre Merkel y el fútbol.

la autora es periodista de la Redacción Europa de Prensa Latina.