Pequeños pies duros

 

Por Javier Fernández

 

VAR: Terminal de videoproducción de corte criptorealista y aspiración fenomenológica, para la captura, réplica y cotejo de imágenes que al mando de un editor secciona intervalos específicos de un partido de fútbol, cuyo designio es sustraer o intentar sustraer y transmitir la ilusión de que sustrajo de la dinámica del juego ingredientes que históricamente nos traían locos, como la turbación, el atropello y la mala leche, originados a ras de piso desde el amanecer de la civilización en que los niños yoruba correteaban crías de pangolín para forzarlas a ensimismarse en una bolita acorazada y así patearlas; los escuincles congoleses atosigaban gallinas de Guinea para el mismo, ventajoso fin; los chamacos zapotecas igualmente a los quirquinchos que, bien conectados, con senda colisión del empeine descalzo, plegando a medio vuelo sus nueve bandas y ocultando aprisa sus luengos bigotes para embellecer la parábola y amortiguar la caída transformados en esferas pulsantes, iban a dar al maizal con un bramido hosco que se diluía entre las carcajadas de los niños, de forma análoga a la que, siglos después, a partir de la transformación del caucho y la síntesis del poliuretano termoplástico, se chutan balones que trazan en el aire caprichosos itinerarios para caer como sabotaje contra los arqueros, no sin antes sembrar la incertidumbre del topetazo con dolo, el traspié al límite del área, un codo arriba, ey ey ey señor árbitro.

VAR: Isla tecnológico-asistencial que funge como herramienta del falso absoluto para atemperar la vocación frívola del albedrío humano, a fin de ensanchar su umbral perceptivo y resolver o intentar resolver y transmitir la ilusión de haber resuelto manifestaciones de lo fugaz, a la que se acude tras apremiar con ira, con oportuna virulencia al réferi para que este, como autoridad última, detenga el flujo de los acontecimientos y se deje auxiliar de una maldita vez. La apelación para su aprovechamiento oportuno requiere un exhorto teatralizado: de cara al réferi, con los ojos tumefactos de sangre, se juntan las manos, ambas en puño, con los dedos índice en un punto, alejándolos en dirección opuesta hasta detenerse y quebrar un vértice que descienda en perpendicular, emulando así una pantalla, o una caja, y si somos aventurados, aunque no lo somos, diríamos que una claraboya, y si nos ponemos bíblicos, que tampoco, diríamos que un pesebre, aunque las dimensiones imaginarias que se trazan ante el réferi puede que no emulen ni el encanto de la pantalla, ni la sacralidad del pesebre, ni la concreción de objeto cuadrangular alguno, sino la carga filosófica de un cuadrado, no relacionado con los gaseosos hechos que sobrevinieron en la cancha y que revisados desde siete perspectivas y dos velocidades pueden materializar un penalty, evaporar un gol o remitir al centre-forward a las regaderas, sino que emulan esa notable escena de Pulp Fiction en la que Mia Wallace, calculadora, jugosa, antes de bajar del Chevrolet Malibú se mofa de Vincent Vega, como pidiendo el VAR, aunque en el film de Tarantino la broma se traduce en: “Bájale, no seas cuadrado.”

VAR: Instancia aniquiladora del destino cuatrianual que en plena tromba sumerge al Chicharito Hernández en un predicamento por amortiguar apenas el balón con los pectorales, y más tarde, a casi mil kilómetros de ahí, en planos virtualmente yuxtapuestos, rebasado el minuto ´93, aísla, inspecciona, hurga o intenta hurgar y libera la ilusión de que ha hurgado hasta dictaminar con madurez forestal un enredo de pelos y botines en el área alemana, pese a lo cariacontecido de unos y a lo convulso de otros, hasta cuajar aquello en gol, dando pie al jubileo exultante –y estéril– de los surcoreanos, ensopar de alivio a los mexicanos que bendicen y vitorean subidos en el cancherismo compulsivo para no vérselas con un castigo de largo alcance, y empachar de cuita a una portentosa generación alemana que exuda lealtad, pericia y vértigo competitivo, devorada por la neurastenia, el tiro de los dados y el arrebato de los insurgentes.

https://youtu.be/l8Si-5XxpBg