Ricardo Muñoz Munguía

En Europa se da cita al arte actual, como cada año, en junio. Se trata de la Bienal de Arte Contemporáneo Art Basel. Una especie de feria del arte que se ha denominado como una de las más importantes del mundo, en la que se ha presentado Chema Gil y la Fundación Calavera, que son el primer colectivo mexicano que acude a esta exposición. Y cabe destacar que se han establecido convenios con la Fundación Calavera y galerías europeas para que otros artistas hidalguenses puedan participar en próximas ediciones de Art Basel. Entre estos convenios se entabló uno con la Universidad Pedagógica de Luciana para analizar el resultado del programa Esla (programa para el aprendizaje social y emocional a través del arte) y ser avalados por ellos en materia pedagógica.

En Suiza, la denominada Bienal Art Basel, al ser una de las ferias de arte contemporáneo más importante, por ende, también es de las que más fama ha trascendido. Razón primordial por la que cobra diferentes bautizos de algunos medios como es el caso del diario The New York Times, el que la ha calificado como “la Olimpiada del arte” y el medio parisino Le Monde la define como “La mejor del mundo”, mientras que el Frankfurter Allgemeine la monta en un cuadro como el “Arte en su mejor forma” y la revista Vogue la delinea “el museo temporal más bello”.

Los primeros pasos a esta Bienal los han dado Chema Gil y los miembros de Fundación Calavera, de la cual es director general el artista plástico mexicano. Chema Gil, representado por Paks Gallery, acudieron a la ceremonia de apertura el mes pasado a la Feria de Arte, la que se llevó a cabo en el Hotel Euler. Ahí, el artista hidalguense y la galería que lo presenta dan muestra de una obra denominada “Ome”, que significa “El gran misterio, dios de dualidad”. Este trabajo plástico de Chema Gil mide 1.20 x 1.80 metros, en el que se utilizó una técnica en infografía digital y técnicas plásticas. El artista mexicano apunta que la mayor determinación para esta obra fue la de abrir el telón del poder de la cultura mexicana, para mostrar uno de los dioses más representativos de nuestros ancestros. Por supuesto, es importante atender la promoción del trabajo mexicano, una labor que define el potencial que hoy cobra presencia en esta Bienal europea.

La obra, de gran formato, se presenta con algunos tintes pálidos, y nos sumerge en la raíz de una cultura donde sus tallos se adhieren al pie de las montañas eternas. Una imagen con una madre coronada con las plumas del cielo y del día, y, como debe ser el arte, una obra que transmite, que provoca el sentir.