Raúl Renán X González nació en el Barrio de San Sebastián en Mérida, Yucatán, el 2 de marzo de 1928, y fallece en la Ciudad de México el 14 de junio de 2017, a los 89 años de edad. Hombre versátil, comprometido con nuestras letras mexicanas. Poeta, narrador, editor, maestro de poesía, narrativa, revistas, publicista. Fue director general y creador de La Máquina Eléctrica (poesía) hecha por poetas independientes, 1976, El nacimiento de las capitulares (libro de arte experimental y de poesía) autor diseñador en la colección del Amenuense 1 con las ilustraciones de EKO (Héctor de la Garza), 1988, Fósforos libro-objeto (hojas sueltas en cajitas de luces poéticas), diseño y nombre original de Raúl Renán coedición Verdehalago; director Alfredo Herrera y Leticia Jiménez, La Máquina Eléctrica, director Raúl Renán, 1992. La 7ª Llave (plaquette alargada de poesía) director general y creador Raúl Renán para los alumnos del taller de poesía Raúl Renán a partir del año 1994, El Canon del Salmón (libro-abanico de poesía), diseño y nombre original Raúl Renán realizado en el curso de poesía en la Universidad Iberoamericana campus Santa Fe, ciudad de México, 2000, Brevextos (libro-agendario de poesía) diseño y nombre original de Raúl Renán libro realizado con alumnos del curso de poesía en la Universidad Iberoamericana campus Santa Fe, ciudad de México, 2005, Box Populi (cajitas de libros de poesía) creador y diseño creativo de la colección Raúl Renán, 2007.

En la obra poética de Raúl Renán está a la mira asiduamente un motivo de experiencia para mostrar a sus lectores la ilustrativa sed de conocimiento, de experiencia, de vida misma, instituye una firme convicción hacia la capacidad de ser cautamente sensato y agradablemente responsable, leemos en el libro poético e íntimo Viajero en sí mismo: “Nombre// Mi nombre es el pendón./ Lema y escudo./ Etiquetas en la camisa/ de mi genio y figura.// Los mayas labran los signos de su nombre/ en el envés de las piedras”.

Aguda cualidad como poeta en todos los aspectos de su producción literaria su ejecución con ecuanimidad ponderada, su delineación del personaje, incluso sus temas o dotes expresan el calificado rector del arte poético y la vida. Lo que resulta significativo al reflexionar la técnica de nuestro poeta. ¿Raúl Renán qué es lo que hace para conferir su conocimiento sobre el tema? Escribió ordenadamente con la mayor economía posible en primer lugar la beldad el vigor de una situación reposada para él en el acto subjetivo de la experiencia y en segundo término el punto de vista severamente fundado, tenazmente impuesto entre la situación objetiva, claramente lo observamos en Emérita: “XXVI// usaré esta noble palabra para darle nombre y fama a la progenie que llegó a mí de piedra y león rampante. pero estaba yo aquí con los duros pies descalzos, de tierra roja erguidos. sangre en pleno plumaje para verter con mi flecha comunicante. ante todo la corona de las joyas nocturnas que dan luz a la hermosa cara de la profecía: disturbios, locura. sería infame mi retina si no viera que con siete letras un rumor perceptible de rayos giratorios llama a la Providencia. de pétalos y plumas es la ola del horizonte creciente desde la casa de Roma. doma a la orquestación eminente que los truenos inscriben sobre el campo de lanzas verdes. el lenguaje es urbe así como la organización de las vocales sagradas e, i, a revelan las armas sílabas E-mé-ri-ta. hojas de laurel verdes coloradas caen para darle sabor al noble aliento. viento y noche tiemblan con las alas del ave negra dormida en las copas de la Plaza Real. hoy la mañana es emérita”.

Otro punto capital en la vasta obra poética Renaniana, en el haiku focalizaba lo sensitivo correctamente, lo nombraba “arte de experiencia”, es decir, compendiar la historia la personalidad, degastar el lápiz en aquellas minihistorias sin dejar de lado el temple clásico. Haikulatría libro inédito, (algunos haiku dedicados a sus amigos muy cercanos): “El pesar// es el mundo/ en las espaldas/ de la vida”. Uno dedicado “a Javier Solórzano Casarin:// Recojo// mis rodillas/ y yo soy/ el poema/ de este día”. Otro más, dedicado a “Humberto Jesús Salazar// Yo no me entiendo/ nada tengo que ver conmigo,/ él piensa lo mismo”.

Aquí, recuerdo una de nuestras innumerables charlas referentes al haiku, me ilustraba que minirelatar un haiku implicaba desdoblar al personaje como activo y receptivo al mismo tiempo desde una apariencia de autor omnisciente o bien ser difundido a partir en la consciencia del protagonista en el justo acto de la experiencia.

*Nohoch significa en lengua maya, Grande.