Cuestionado sobre por qué triunfó este primero de julio un movimiento  —Morena— frente a los demás partidos, el doctor en historia Ariel Rodríguez Kuri, director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, habló de las circunstancias que antecedieron a este resultado. Plantea a Siempre! las de corto plazo, como son el desprestigio del actual gobierno, el aumento de la corrupción y una violencia criminal generalizada, así como las de mayor plazo, como es el hartazgo con el modelo de la transición donde el sistema de partidos se colapsa.

Esto dijo a Siempre!:

Es lo que propone Morena, es como un ajuste de cuentas con el gobierno nacional al que se le puso mucha atención con el ejecutivo, con la integración del legislativo que van a favor de Morena, pero hemos puesto menos atención, que resulta fundamental y donde adquiere sentido lo de movimiento, es un ajuste de cuentas con todos los gobiernos.

La idea misma de movimiento tiene que ver con un ajuste de cuentas en toda la pirámide de la autoridad política en México, desde el presidente de la república hasta los presidentes municipales, pasando por los Congresos federal y locales. Es de tal magnitud la votación que significa un corte de época donde una parte muy importante de la población da un mandato mayoritario al triunfador y le dice: ya experimentamos con lo que tendríamos que experimentar en cualquier transición y aquí te damos un mandato transparente y democrático con las tareas que hay que hacer en este país: abatir la corrupción, la violencia y la justicia en términos sociales y en términos estrictos.

 

La votación tiene una relación estrecha con la idea de movimiento, no ganó un partido sino un estado de ánimo, los franceses en la histórica política del siglo XIX se refieren mucho a la opinión pública que se expresa políticamente, más o menos es lo que sucedió, la opinión pública se condensó políticamente. Tenemos un resultado que va allá de la victoria de un partido, es un movimiento que ajustó cuentas a todos los niveles de la autoridad.

Además está la conformación de sus miembros, un movimiento por definición es menos estricto que un partido mientras que en éste tendría que haber habido cierta afinidad ideológica, programática, en un movimiento es todo lo que confluye en un momento dado para cambiar una situación. No todos son militantes, ni tampoco de izquierda, ni comulgar estrictamente con las ideas de Morena

También hemos perdido un asunto que apareció mucho en las redes y tiene algo de ominoso, parte de las élites o de los que piensan cercanamente a ciertas élites, utilizaron en la campaña, un discurso racista con Morena, que es donde están los nacos, los feos, los tatuados.

En esta elección, sin perder de vista la idea de movimiento y más allá de la identidad partidaria o ideológica, es un ajuste cuentas de un México popular incluso contra las élites mismas de la sociedad, ya no contra la política como tal, sino con ciertos sectores que se identifican con sus valores pero usan ciertos lenguajes.

Cuando se habló de los nacos y los pobres, muchos se identificaron y dijeron yo soy naco y voto así. Como ejemplo está Pedro Carrizales El Mijis— quien ganó una diputación al Congreso de San Luis Potosí— al que han tratado miserablemente porque está tatuado. La gente dijo otros están tatuados que son muy famosos y pasan por gente bonita. Hoy están disputando todo, eso da idea de un movimiento más amplio que una situación partidaria.