Para obtener la cera de la candelilla pobladores de distintos ejidos de Saltillo, Coahuila, invierten hasta 14 horas de cada día, y la venden en 37 pesos por cada kilo que obtienen. Desde jóvenes aprenden este oficio de sus padres y con un esto aportan un poco más de dinero del sustento familiar.

El trabajo agrícola es casi nulo, sobretodo en temporadas en las que no llueve. Trabajar la candelilla implica un riesgo alto, pues utilizan ácido sulfúrico para separar la cera del agua. Al final los pedazos de cera los comercializan y obtienen efectivo o productos de la canasta básica.

>>Texto e imágenes de Karla Itzel Ruíz a través de la agencia cuartoscuro<<