El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, pidió al gobierno de Estados Unidos establecer una tregua a la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, ante el inicio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En el primer día de trabajos de la XIII Cumbre de la Alianza del Pacífico, señaló que el gobierno norteamericano debe poner un alto a las hostilidades comerciales con México.

Dijo que independientemente de que se inició ya el proceso de impugnación a los aranceles al acero y aluminio en la Organización Mundial de Comercio, se llegará a esta ronda con una posición para definir  temas.

Además de que la siguiente reunión trilateral abre una ventana de oportunidad para avanzar en la renegociación del acuerdo trilateral, luego de que en mayo se suspendieran las discusiones.

Guajardo puntualizó que la ventana que se abre es ir con el quipo de transición del virtual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ya que se está enfrentando esta renegociación con una sola visión del Estado mexicano.

La Sección 232

Ildefonso Guajardo comentó la investigación de la Sección 232 para imponer aranceles a las importaciones automotrices, “si bien no está confirmada una acción sobre este sector, hay una posición de rechazo generalizada sobre esta medida”.

Aseguró que en “las consultas realizadas en Washington, sobre esta indagatoria, de 45 testigos un total de 44, incluyendo la industria automotriz norteamericana, se opusieron a la imposición de esos aranceles. A diferencia de aranceles en aluminio y acero donde los empresarios sí pusieron posiciones de apoyo para que se establecieran”.

Fronteras abiertas

Guajardo afirmó que el riesgo más grande para las economías que integran la Alianza del Pacífico es el cierre de mercados y la imposición de aranceles a productos que dificultan el intercambio económico.

Explicó que ante la política económica encabezada por Donald Trump, Chile, Colombia, Perú y México, integrantes de la Alianza del Pacífico, tienen un reto para abrir los mercados y evitar afectar a los más pobres, porque “seamos gobierno de origen centro, derecha o izquierda, nos tiene que quedar claro: no hay quien sufra más con las economías cerradas que los podres”, resaltó Guajardo.

(Con información de Excélsior)