El reconocido escritor mexicano Sergio Pitol falleció el 12 de abril a la edad de 85 años. El legado de su obra literaria —cuentos y novelas— y de traducción son incalculables y de primer nivel. Ya llegará el momento de su exacta evaluación, pero desde ahora puede afirmarse que el trabajo intelectual, de quien también fuera diplomático de carrera, sobrevivirá con creces.

Pitol pasó sus últimos años con quebrantos de salud y el sistema de apoyo a la infancia y la familia de Veracruz —residía en Xalapa— asumió la responsabilidad de atenderlo en todos los órdenes; sin embargo, y a partir de entonces, gobierno local, la Universidad Veracruzana —donde Pitol era catedrático— y familiares se enfrascaron en un largo litigio judicial —sin sentencia hasta ahora— en cuanto a quién debía manejar el fondo editorial del escritor. Como parte de esos diferendos, se encuentra el destino, aún por definir, de la biblioteca personal del maestro Pitol.

En la imagen, un aspecto de ese acervo bibliográfico que ilustra la pasión y vocación de don Sergio: las letras.

Fotografía: Archivo Agencia EL UNIVERSAL