El 14 de mayo de 2017, Emmanuel Macron se convirtió en el vigésimo quinto presidente de Francia. Su llegada al poder fue prácticamente innovadora, al frente de un movimiento En marche! con el que sorprendió a propios y extraños al vencer en unas elecciones que fueron una cachetada para el oficialismo de ese país europeo. A más de un año de esas escenas, Macron enfrenta ahora una fuerte crisis política, que podría afectar la imagen de su gobierno y esto es debido a que el mandatario galo defendió la represión que hizo su guardaespaldas contra manifestantes en un acto de protesta.

La acción fue revelada por un video que se publicó el pasado primero de mayo donde el protector de Macron aparece con casco policial repartiendo golpes a una muchedumbre en el Barrio Latino de París. El tipo, cuyo nombre es Alexandre Benalla, no pertenece a las fuerzas policiales y por tanto no debía tratar de controlar a la gente y mucho menos encubrirse como policía para golpear a diestra y siniestra. Además es el guardaespaldas de la persona más importante de Francia y, mientras a éste no le pasara nada malo, debía estar siempre a su lado para cubrir su seguridad.

Este martes, la Asamblea Nacional sometió a discusión dos mociones de censura contra el mandatario que, si bien no pasaron porque Macron tiene mayoría en el Congreso, sí abrió un escándalo contra el joven mandatario que muchos expertos califican como una de las crisis más fuertes que se ha vivido la historia de ese país; algo muy semejante a una conjura en la corte de Luis XIV.

El caso ya tomó nombre: el Benallagate, con el que los medio de comunicación conocen el abuso cometido por Benalla, el encargado de seguridad del Elíseo, de 26 años, y quien además es el hombre de confianza de Macron. Aunque Benalla ya fue despedido, persiste el rencor de la manera en que éste trató a la gente haciéndose pasar por un “observador” de la policía.

Hasta ahora, la moción de censura suma ya 91 firmas a favor. Se necesitan sólo 58 para que pase a discusión ante lo que se ha evidenciado como una “incapacidad del Macron para ejercer sus responsabilidades y poderes”. La medida también es apoyada por algunos grupos de izquierda como Francia Insumisa, el Partido Socialista y el Partido Comunista, que conformaron un bloque de 62 parlamentarios para reclamar una moción de censura propia.

Todos bajo la misma consigna: Macron ha mentido para protegerse, por lo que hemos procedido para buscar la verdad con una moción de censura.