Con el segundo lugar en la elección presidencial, luego de la experiencia de alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano, para el PAN inicia una batalla más por su presidencia nacional. Si bien Ricardo Anaya carga con la derrota, alcanzar un porcentaje similar al que actualmente mantiene en el Congreso de la Unión le permitiría conservar la dirigencia del partido, algo que se ve complicado.

En opinión de Víctor Alarcón Olguín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, y de Salvador Abascal Carranza, veterano militante del PAN, dará inicio un nuevo episodio en la vida del blanquiazul en el que palabras como recomposición o mantenimiento del grupo hegemónico tendrán amplios espacios en la discusión interna.

El calderonismo en la mira: Alarcón

“Es muy claro que el partido continuará porque obtendrá el porcentaje para conservar su registro y vería más bien en qué condiciones se da la conflictividad interna, pensando más en una derrota y, obviamente, en los intentos de lo que quede de oposición —o lo que se intente armar como oposición al interior del PAN—, para tratar de minimizar la continuidad del grupo de Anaya, lo poco que queda del calderonismo, independientemente de las expulsiones, estaría en la mira de este grupo hegemónico; acaso tendría que verse un poco la posición de actores como Javier Corral, que si bien se plegó en último momento a la campaña de Anaya, o de Gustavo Madero, de todos modos veo un escenario bastante árido con respecto a lo podría permitir la reorganización de una corriente oposicionista, quizá algunos gobernadores que también se manifestaron con cierta reticencia o Rafael Moreno Valle que pudiera ser otro pivote importante para pensar en esta reorganización oposicionista en contra de Anaya”, evaluó Víctor Alarcón.

En el balance que el académico realizó para Siempre!, apuntó que el resultado electoral sólo servirá para avivar el enfrentamiento interno.

Así, luego de la derrota, consideró Alarcón, “(Ricardo Anaya) regresará al interior del partido tratando de mantener el control del liderazgo con su corriente, aunque evidentemente hay algunas voces minoritarias que no queda claro si por condiciones estatutarias estarán en posibilidad de ejercer sus derechos como militantes o, cuando menos, que aparezca un segmento disminuido por el proceso de depuración que se hizo en el partido en años recientes que, de todas maneras, trate de establecer un tipo de rendición de cuentas, algún tipo de pelea”.

Proceso de desgaste

“El PAN está indefectiblemente condenado a tener un reacomodo, nada más que evidentemente no con las condiciones en un proceso óptimo, más bien sería uno en el que todos estarían echándose culpas mutuas que metería al PAN en un proceso de desgaste”, consideró Alarcón Olguín al hablar de lo que viene para el blanquiazul luego de la elección.

Así, continuó, “tendremos que esperar un poco la dimensión del resultado para conocer quiénes quedarían como parte de los grupos parlamentarios, por un lado, y evidentemente lo que generaría el reacomodo interno de los grupos a partir de este resultado”.

Por lo anterior, consideró que la gran pregunta es quién asumiría el papel de oposición interna.

“El tema es ver quién tomaría la estafeta oposicionista, veo un PAN muy depurado, muy debilitado, muy puesto en la lógica de más bien que Anaya, Zepeda y la demás gente que estuvo en este proceso, hicieron un mecanismo muy eficiente para expulsar a todos los grupos que mostrarán un nivel de oposición frente a ellos”, señaló.

Consideró que Margarita Zavala no tendría oportunidad de jugar ese papel: “A Margarita Zavala ¿quién le va a permitir regresar al partido?, los aparatos del partido jamás le permitirán regresar; la situación misma de Calderón, el predicamento en el que se metieron Roberto Gil y Ernesto Cordero prácticamente hace que las cabezas visibles del calderonismo quedarán destrozadas. Es muy claro que muchos militantes no estarían dispuestos a desgastarse en esta causa y tiene más sentido que participe Moreno Valle”.

“No veo la pugna tan clara, tan grande, pues Anaya ha tenido éxito precisamente por la pulverización de esa oposición. No veo en el escenario, salvo que la derrota sea muy estrepitosa o el tema jurídico contra Anaya lo obligue a inmolarse o a Damián Zepeda y a su grupo, para intentar mantener el control a través de terceros o que hubiera alguna intención de pulverizar al PAN pensado desde el gobierno actual o del próximo, para tener una oposición debilitada como resultado de la contienda electoral. Depende de ese balance, me parece que Anaya tiene suficiente control y con una oposición marginal, para mantener la presidencia del partido”, concluyó nuestro entrevistado.

Buscar la reconstrucción: Abascal

“Pase lo que pase, hay que —de alguna manera— refundar, es una palabra muy fuerte, pero quizá para ser más claros hay que reconstruir, brindar lo necesario para que el PAN vuelva a ser el partido que era porque se ha desdibujado de manera muy pronunciada, muy grave, nos tiene preocupados a muchos panistas, no sólo de la vieja guardia como yo, sino también de la nueva ola que creen y entraron creyendo en el partido, en sus valores y principios, algo que no se ha defendido últimamente y no se han enarbolado para presentarlo como un partido diferente a los demás”, compartió a este medio Salvador Abascal.

Ante las cifras que configuran una derrota, Abascal se mostró confiado que esto beneficie a su partido.

“Va a ser una paradoja lo que voy a decir, tiene mayores posibilidades de recomposición porque habrá tocado fondo, como decía Joan Manuel Serrat: ‘bienaventurados los que han tocado fondo, porque de ahí en adelante todo es ganar’, es una paradoja por desear a mi partido que pierda, pero si sucede habrá que pensar en recuperar de alguna manera lo que tiene el PAN, sus raíces, para que vuelva a ser lo que era antes”.

Nuestro entrevistado señaló que espera que no se mantenga la actual situación en el partido, “por lo que los panistas que no estamos conformes debemos desarrollar una estrategia para conducir al partido, porque tenemos algo que decir y es una oportunidad para que nos den voz, presencia y voto para influir en las próximas elecciones internas”.

Las opciones

Salvador Abascal consideró que sería una excelente idea que Margarita Zavala participará en la necesaria reconstrucción del partido, “porque ella es una panista probada, es una líder sin duda, reconocida por todos, incluso por los que nos quedamos y no nos gustaba su candidatura. Es un liderazgo que nos haría mucho bien si decide tomar ese asunto en sus manos”.

Pero, adicionalmente, apuntó que Felipe Calderón debe, “si Margarita entra de lleno a la recomposición del partido, guardar una prudente distancia apoyando como es debido a su mujer, pero sin inmiscuirse más en los asuntos del partido porque no sería de gran ayuda, no lo digo porque haya sido presidente, al contrario ha sido uno de los mejores que ha tenido México, pero su papel ya no es influir en el PAN, es dejar a Margarita, que tiene su carrera propia, para que decida lo que puede implementar, en esta oportunidad, para recomponer al PAN”.

Finalmente, señaló que esta oportunidad puede servir para eliminar vicios que se encuentran arraigados en el blanquiazul.

“Aunque se limpió un poco el asunto con la anterior depuración del padrón, de todos modos quedaron dentro una serie de grupos que buscan controlar internamente al partido. Independientemente del grupo de Anaya, hay otros como en la Ciudad de México el de Jorge Romero que lo único que hacen es pasarse de uno a otro los cargos o los pocos cargos y con eso se conforman, es algo contrario a lo que el PAN ha sido siempre”.

El saldo del 1 de julio

El segundo lugar que obtuvo Ricardo Anaya, con una posición similar que se proyecta en el Congreso de la Unión, podría ser la diferencia para el grupo del ahora excandidato presidencial entre mantener el control del partido y dejar la presidencia nacional que se renovará en septiembre próximo.

Mantener la gubernatura de Guanajuato y mantenerse en la pelea en Yucatán. Puebla y Veracruz, con una diferencia cerrada, pueden ayudar a que los anayistas se mantengan el frente del blanquiazul, a pesar de quedar fuera de la lucha por el ejecutivo estatal en la Ciudad de México, Tabasco, Chiapas y Jalisco.

Ricardo Anaya, de acuerdo a las cifras preliminares, obtiene el 22% de la votación —de acuerdo al conteo rápido dado a conocer por el INE—, que contrasta con el 24% obtenido por Josefina Vázquez Mota en 2012.

En el caso del Congreso de la Unión, la bancada blanquiazul en la Cámara de Diputados pasaría de 108 curules a 76 legisladores, según las cifras que mostró el PREP al cierre de esta edición.

En cuanto al Senado de la República, el grupo parlamentario azul quedaría en 17 —considerando las cifras que obtuvo Por México al Frente— en contraste con los 38 senadores con los que inició la actual legislatura.

Los retos

Luego de la elección federal, teniendo en el horizonte cercano la renovación de su dirigencia nacional, Acción Nacional enfrenta ciertos retos.

El primero tiene que ver con la presidencia del partido, precisamente. En septiembre próximo se podría llevar a cabo la elección con militantes para definir quién será su nuevo presidente, en medio de la pugna que los grupos azules mantienen por el control del PAN.

Será una batalla más en la guerra que sostienen los grupos que, por el momento, apoyan a Ricardo Anaya y el calderonismo.

De igual forma, otro reto se ubica en el ámbito legislativo, en donde deberán no sólo sacar adelante su agenda sino construir una alianza duradera con el PRD y Movimiento Ciudadano, buscando servir de contrapeso al nuevo titular del ejecutivo federal, en un escenario que se prevé de enfrentamiento constante.

Esto también implica la revisión tantas veces pospuesta de su ideario y causas —como el tema de la defensa de la vida y su oposición a la legalización de ciertas drogas, por citar un par de ejemplos—, lo cual implica una actualización o cambios que ofrezcan un nuevo catálogo de ofertas ideológicas a los votantes mexicanos, en especial en sectores jóvenes que ya no se identifican con el partido.

De igual forma, considerando que Morena mantiene las puertas abiertas a quien quiera sumarse a sus filas, Acción Nacional deberá retener a sus cuadros para no perder posiciones o futuros candidatos. Si no se reconstruye el andamiaje interno para procesar sus conflictos, el blanquiazul corre el riesgo de más desgarramientos que sólo beneficien a otros partidos.

De igual manera, la votación para diputados federales que determina el monto de financiamiento público para el partido para los próximos tres años, indica que vienen épocas de vacas flacas para el mismo, lo que puede poner en riesgo los equilibrios internos.

@AReyesVigueras