Entre fotografía fija e imagen en movimiento, retrato y paisaje, video e instalación, Adam Wiseman ha desarrollado diferentes metodologías de trabajo que han dado forma a grandes proyectos, tal es el caso de la reciente retrospectiva que llega a la Galería Patricia Conde. Se trata de Lo que sucede 1998-2018, una selección de obra concentrada en 20 años de trayectoria, mostrando el golpe la evolución de este excepcional fotógrafo.

Interesado en los procesos culturales que comprenden los tránsitos geográficos de las personas, los desplazamientos arquitectónicos de un imaginario a otro y las memorias-colectividades urbanas en proceso de readaptación, especialmente centrados en su país natal, México, Wiseman presenta esta muestra a través de una delgada línea entre lo documental y lo artístico, a manera de que “todas aquellas personas que no conocen su trabajo, quizás se puedan interesar en él”, expresó el fotógrafo para el diario La Jornada, quien además añadió que es una exposición que va desde la serie Subway con imágenes en blanco y negro tomadas durante los 90 en el metro de NY con una Hasselblad panorámica, hasta su obra más reciente, aún en progreso, titulada Arquitectura libre, que explora el fenómeno de la construcción contemporánea de remesas y la fantasía mexicana.

Según informó el curador de la muestra, Iván Ruiz, durante esas dos décadas de trabajo, Wiseman ha mirado de soslayo, clandestina y frontalmente rostros y espacios en diferentes partes de este país. Pero también lo ha hecho en aquel otro en donde se formó inicialmente en la fotografía.

“Durante su estancia en los Estados Unidos, aprendió un lenguaje documental clásico, alentado por su trabajo como impresor en la renombrada agencia Magnum Photos, que más tarde evolucionaría hacia una propuesta que conduce lo documental hacia un campo de problemas que conciernen directamente al medio fotográfico en un sentido expandido”.

Explicó que entre las 70 piezas que integran la exposición, se destaca el proyecto Tlatelolco desmentido (2013-2015), serie que constituye un punto nodal en la trayectoria del artista, en la medida en que diseño cuidadosamente una acción colectiva para que los habitantes de ese complejo participaran de una rememoración: “y a su vez es una actualización, de esa utopía arquitectónica que lo mismo abrazó el ímpetu modernista de su fundador, Mario Pani, que la masacre estudiantil del 68”.

En la exhibición que estará abierta hasta el 29 de julio, y dividida en cinco núcleos temáticos: Subway Series (1998-2000)-9/11 (2011), Tlatelolco desmentido (2014-2015), Estación Buenavista (2015), Moving Portraits Revolución (2015) y Área conurbada (2012) y Arquitectura libre (2016-en curso); el espectador podrá ver imágenes que dejan espacio para la ambigüedad, la contemplación activa y la conversación: “hacen preguntas a quien las mira”, apuntó Ruiz.