Hace dos semanas, un grupo de 12 niños tailandeses jugaban futbol en un lugar cerca de la frontera con Birmania. Una fuerte lluvia los obligó a suspender el juego y buscar refugio en unas cavernas cerca de donde se encontraban. La precipitación pluvial fue tan intensa que obligó a los muchachos a internarse en los túneles, quedando atrapados en su interior. Los chicos están bloqueados entre toneladas de lodo que les impedía moverse y que los arrastró a una profundidad de más de 600 metros.

Las autoridades organizaron un rescate que ha durado dos semanas y que ha logrado la recuperación en total de ocho de los 12 menores atrapados. Al interior de la cueva permanecen aún cuatro menores y el entrenador.  

Las autoridades mantienen en la zona a 90 buzos, 50 asesores extranjeros y 40 tailandeses, quienes se mueven en estrechas cavidades de menos de un metro de ancho, con un oscuridad plena y algunas de ellas inundadas. Los expertos ha procedido de manera lenta y prudente para poder extraer a los niños sin afectarlos. Hasta ahora, se estableció una cadena humana para abastecerles de alimentos y medicinas.

Trece acuanautas han llegado hasta la caverna donde se encuentran los muchachos atrapados, con quienes analizan la forma de sacarlos del lugar, cuya humedad en abundante y hace difícil sacarlos del lugar. El gobernador provincial de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, manifestó su optimismo en que el operativo culminará pronto con buenos resultados; caso que es seguido por la prensa internacional in situ.

“Después de 16 días, finalmente hemos podido ver las caras de los Jabalíes (nombre del equipo de futbol de los jóvenes atrapados, los cuales juegan en Mae Sai, al norte de Tailandia”, dijo el gobernador.

Sólo para que lo sepan: El operativo de rescate ha sido difícil y problemático. De hecho, se reportó la muerte de uno de los buzos que apoyan las operaciones. Se trató de Samarn Kunan, miembro de la marina tailandesa de 38 años que pereció tras quedarse sin oxígeno cuando regresaba de un conducto subterráneo; lo que da una idea clara de las dificultados que atraviesan los expertos para recuperar a los muchachos. Una de las opciones que han considerado para acelerara el rescate es enseñar a bucear a los chicos para guiarlos por los pasadizos, otra sacarlos por un hueco en la montaña con la ayuda de un helicóptero. Sin embargo, la amenaza de lluvias hace aún más peligrosa cualquiera de estas opciones.