El movimiento de arte chicano representa los intentos de los artistas estadounidenses de origen mexicano para establecer una identidad artística única en los Estados Unidos. El movimiento trabajó para resistir y desafiar las normas sociales dominantes y los estereotipos de la autonomía cultural y la autodeterminación; fue así que creadores como Jonh Veladez, Patrick Martínez, Carlos Almaraz y Frank Romero, entre otros, a través del movimiento, utilizaron el arte para expresar sus valores culturales, como protesta con un valor estético.

El legado de todos estos artistas chicanos, que van desde los años setentas hasta nuestro días, aterrizara en las salas del Museo de Arte Carrillo Gil, mediante la exposición Puentes en épocas de muros, que estará instalada a partir del 21 de septiembre. En ella, se explorará mucho de la ideología del movimiento, que según se detalla, se concretó principalmente en el muralismo, pues muchos artistas se inspiraban en el muralismo mexicano, pero se diferenciaban de él en el hecho de que se apropiaban de los espacios públicos sin autorización previa y sus autores no eran patrocinados ni apoyados por el gobierno sino por comerciantes locales y residentes.

“La muestra es integrada por cerca de 80 piezas, que representan diversas generaciones, y que recogen preocupaciones comunes sobre la sociedad, la migración, la herencia mexicana, la vida de los mexicanos en los Estados Unidos”, aseveró para El Universal, el empresario Cástulo de la Rocha, titular de la colección de AltaMed Health, empresa que organiza la exposición.

Agregó que el público podrá hacer un amplio recorrido por la obras que fueron importantes hace 50 años “cuando Frank Romero y Carlos Almaraz, y Beto de la Rocha y ”Magú”, Harry Gamboa, y Patssi Valdez, empezaron a pintar como jóvenes de 16, 17, 18 años; eso sigue muy relevante en lo que está ocurriendo hoy”, mencionó De la Rocha, amigo de muchos de los artistas chicanos de los años 70.

“Esos temas todavía nos hablan, nos tocan de una forma u otra, nos tocan el corazón o el sentido político porque lo que se oye en Washington, D.C. lo veo en estas pinturas”, apuntó.

Entre las obras se destacan por ejemplo, el oleo de Frank Romero The Closing of Whittier Boulevard, creado en 1984, una pintura de tonos oscuros, donde presenta a seis sheriffs detrás de las barreras y otro sheriff a caballo, sosteniendo una lanza antigua, bloqueando el paso de todo el tráfico vehicular, reflejando la lucha entre la policía de Los Ángeles y los ciudadanos de origen mexicano hace medio siglo.

Del artista Carlos Almaraz, otro nombre importante en el arte chicano y quien falleció en 1989, en sus obras en general, tratan dos temas: los accidentes automovilísticos y las escenas urbanas. Se podrá observar del artista, su obra Yellow Morning, realizada en 1986, que deja huella de la visión de Almaraz, la anergia fantástica y frenética que adoraba en lo que respecta al caos visual y social.

Por el contrario, la pintora Ana Serrano es una mexicanoamericana de primera generación y se inspira en la intersección de sus identidades culturales duales. Ella es mejor conocida por crear trabajos que hacen referencia al entorno construido con cartulina y papel de colores vivos. Si bien su trabajo destaca los elementos socioculturales y arquitectónicos de la vida urbana que se encuentran en los vecindarios latinos de todo Estados Unidos, está muy inspirada por su ciudad natal, Los Ángeles, California. 

Otras obras que se adicionan a la muestra se encuentra Atascado de Johnny KMNDZ Rodríguez, la obra de Patrick Martínez, NELAzul, así como Drive-in de John Valadez.