Finalmente, el excandidato presidencial Ricardo Anaya Cortés reapareció en la vida pública, lo hizo 36 días después de las elecciones presidenciales, a través de sus redes sociales.

El pasado 6 de agosto, el excandidato muy temprano publicó una foto con el actual líder del PAN, Damián Zepeda, con quien supuestamente se reunió de cara al Consejo Nacional del partido, agendado para ayer, con la finalidad de elegir la comisión que organizará la elección del nuevo dirigente.

Y después más tarde posteó una imagen con su familia, con quienes al parecer convive de tiempo completo desde que perdió los comicios, el pasado 1 de julio.

Aunque Anaya ya había comunicado a sus allegados que no tenía la intención de reasumir las riendas del blanquiazul tras la contienda presidencial, su presencia en la sede nacional del PAN levanta algunas suspicacias.

¿Será que le caló el afectivo acercamiento entre sus excontrincantes?

O quizás escuchó las múltiples voces que reclaman su presencia, ya que su ausencia prolongada se hizo aún más evidente con la reunión entre el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y el excandidato priista, José Antonio Meade Kuribreña.

Puede ser que también haya escuchado el llamado de su graciosa “Nana Masha” de Política Piñata, quien lo encontró en el interior de un closet, planeando su venganza y retorno, ahora como un antihéroe.

Puede ser que también haya leído el texto de Salvador Camarena publicado ayer en el diario El Financiero, quien le recuerda que, después de su derrota, tenía una responsabilidad moral ante los miembros de su partido:

“Anaya debió quedarse a ayudar a los suyos a procesar la derrota, o debió renunciar al liderazgo y abrir los espacios a quienes puedan aportar algo distinto. Anaya debió no convertirse en el zombi que no permite a los panistas enterrar el 2018 antes de que este los entierre a ellos”, advirtió el periodista.

Este sábado 11 de agosto, el Consejo Nacional del PAN, integrado por 270 destacados panistas, se reunirá para integrar una Comisión Nacional Electoral que habrá de establecer los plazos y los términos para la elección de un nuevo dirigente panista antes de que concluya el año.

Al parecer, Anaya Cortés participará en esta sesión y hará una valoración de los resultados electorales, aunque quizás ya sea demasiado tarde, parecer ser que el queretano quedó atrapado en su propio laberinto.

Pues es evidente, que varios connotados panistas que ya no lo quieren como compañero de viaje en la actividad política, personajes como los gobernadores Carlos Mendoza Davis de Baja California Sur y José Rosas Aispuro de Durango.

Un rosario de traiciones caracteriza las acciones de Ricardo Anaya para adueñarse primero de la presidencia del PAN y desde allí arrebatar la candidatura a personajes panistas como Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle; pero no olvidemos al exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera

Ricardo Anaya Cortés es un traidor nato. Así lo calificaban sus propios compañeros de partido, Pero le llego el tiempo al otrora llamado “Joven Maravilla”. En política nada es para siempre. Y la “gloria” de Ricardo Anaya parece haber tocado un doloroso fondo.